¿Te has sorprendido hablando contigo misma en voz alta mientras ordenas tu casa, haces la compra o planeas el día? ¡No estás sola! Y no, no estás perdiendo la cabeza.
La ciencia respalda que hablar solo es un signo de inteligencia y buen funcionamiento cognitivo.
Investigadores en psicología cognitiva han descubierto que verbalizar pensamientos ayuda a organizar ideas, tomar decisiones con mayor claridad y mejorar la memoria de trabajo.
Este hábito permite que el cerebro procese mejor la información, especialmente cuando estamos bajo presión o necesitamos enfocarnos.
Hablarse en voz alta también puede ayudar a regular las emociones, motivarse y resolver problemas con mayor eficacia.
Así que la próxima vez que te encuentres conversando contigo mismo, siéntete orgulloso.