El expresidente de Colombia, Álvaro Uribe, presentó su renuncia este martes al Senado, en una carta dirigida al presidente de la cámara alta, Arturo Char.
El legislador de Centro Democrático informó que tomó esta decisión debido a la supuesta violación de sus garantías procesales durante la medida de aseguramiento en su contra, en el marco de las investigaciones por fraude procesal y soborno de testigos.
Según señaló Uribe, quien se encuentra en detención domiciliaria, las «intercepciones ilegales y dolosas» y la filtración selectiva de su expediente a adversarios políticos y periodísticos «anulan cualquier expectativa de poder regresar el Senado».
El pasado 4 de agosto, la Corte Suprema de Justicia ordenó la detención domiciliaria del expresidente colombiano (2002-2006 y 2006-2010) tras determinar que había riesgos de que obstruyera la justicia durante la investigación en su contra.
En 2012, Uribe denunció al senador Iván Cepeda por supuestamente pedir a exparamilitares testificar en su contra a cambio de beneficios. Sin embargo, en 2018, la Corte archivó esta investigación contra Cepeda y abrió una nueva indagación, esta vez al propio exmandatario, por la presunta manipulación de testigos.
Uribe tiene 56 denuncias abiertas en la Comisión de Acusaciones y 28 ante la Corte Suprema de Justicia, aunque estas no han pasado siquiera a la fase indagatoria. Al exmandatario colombiano se le relaciona con otros presuntos delitos relacionados con escuchas ilegales, narcotráfico, homicidios, falsos positivos, paramilitarismo y masacres.
El expresidente está siendo investigado por la Sala de Instrucción de la Corte Suprema de Justicia. No obstante, se desconoce si tras la renuncia al Senado, el caso de Uribe pasará a manos de la Fiscalía General de la Nación.