Las autoridades sanitarias del estado de Maine (EE.UU.) vinculan más de 170 casos de coronavirus con una boda que se celebró a principios de agosto, cifra que incluye siete personas fallecidas, aunque estas no asistieron a la ceremonia, recoge la agencia AP.
El director del Centro estadal para el Control y la Prevención de Enfermedades, Nirav Shah, afirmó tras esto que un solo evento podría deshacer todo el progreso alcanzado por el estado en su lucha contra la pandemia. Advirtió que el virus puede convertirse en «un huésped no invitado en cualquier boda, fiesta o acontecimiento en Maine».
La ceremonia se celebró el 7 de agosto en la iglesia baptista Tri Town, en el pueblo de East Millinocket, y la recepción tuvo lugar en el hotel-campamento Big Moose Inn, en Millinocket, una localidad de 4.400 habitantes. Una posterior inspección estatal encontró varias violaciones de las medidas de seguridad y el negocio perdió su licencia de operación, aunque logró recuperarla después.
Un total de 65 invitados acudieron la recepción, lo que viola la regla estatal que limita a 50 el número de personas en eventos a techo cubierto, pero además muchos de ellos no llevaban mascarillas ni respetaron la distancia de seguridad. Sumados otros huéspedes no relacionados con la boda, el establecimiento congregó ese día a unas 100 personas.
El evento ‘supercontagiador’ condujo a un brote en la comunidad local y en una residencia de ancianos en la ciudad de Madison, donde uno de los empleados comparte vivienda con una persona que asistió la ceremonia, informa AP. De los siete casos letales, uno se registró en Millinocket y otros seis en en la residencia de ancianos en Madison.
Por si fuese poco, uno de los invitados trabaja en la Prisión del Condado de York, a 355 kilómetros del lugar de la celebración, y el complejo penitenciario ya tiene más de 70 casos registrados. Las autoridades también están investigando un brote en una iglesia en la ciudad de Sanford, donde trabaja un oficiante de la boda.
