“Las alianzas estratégicas entre Estados no pueden ser a la vieja usanza, aquella que implica sumisión”.
Santo Domingo. – El titular de la Secretaría de Relaciones Internacionales y miembro de la Dirección Política de la Fuerza del Pueblo, Manolo Pichardo, mostró su preocupación por la forma en cómo viene manejando el gobierno dominicano algunos aspectos de su política exterior.
Para el dirigente político el anuncio del gobierno de alinearse a la llamada «Red Limpia» que promueve el gobierno estadounidense es una acción que defiende más los intereses de aquel país que los nuestros, «porque detrás del eufemismo se oculta una guerra comercial que busca frenar la ventaja de China en la tecnología del 5G, una guerra en la que no debemos tomar partido».
“Despreciar lo mejor como esta tecnología, poner en peligro la salud del pueblo con vacuna occidental que en sus 3 fases de prueba ha enfermado a voluntarios, y mudar la embajada de Tel Aviv a Jerusalén, se enmarcan en política exterior de defensa a intereses ajenos a los nuestros” expresó Pichardo.
Indicó que la promoción de esta iniciativa por parte de los ejecutivos del gobierno de Trump obedece a la lucha geopolítica que se deriva del escenario de recomposición global que vivimos, por lo que es “aconsejable que nuestro país se mantenga al margen de la refriega entre las dos potencias y aproveche, en base a estrategias pragmáticas, las relaciones diplomáticas y comerciales con ambos países”.
“El escenario geopolítico ha cambiado y el gobierno recién instalado tiene que entender el nuevo contexto para no iniciar ensayos que nos coloquen de espalda a la comunidad internacional, arrastrados por posiciones peligrosas que desprecian el multilateralismo, lo que nos puede conducir al irrespeto de las normas y convenios internacionales que pueden amenazar la gobernanza global” apuntó Pichardo
El también expresidente del Parlacen entiende que hay que reconocer que los Estados Unidos son nuestros principales socios comerciales pero que esto, en modo alguno, puede implicar que desde el Estado se adopte una política exterior de sumisión.
“Las alianzas estratégicas entre Estados no pueden ser a la vieja usanza, porque éstas no deberían implicar sumisión, pues deben propender al beneficio mutuo, que en el marco de la multipolaridad requieran de una diplomacia realista», consideró
Llamó a la actual administración a entender el cambio que va rompiendo el actual equilibrio de poder y la centralidad que daba verticalidad al orden que se recompone y da paso a la emergencia de actores que, al surgir como piezas importantes en las nuevas rutas de los mercados globales, van acumulando peso en sus gestiones diplomáticas”.