La Justicia italiana condenó el pasado sábado a un hombre de 75 años por contratar a un individuo para que le rompiera los dedos a su propio hijo tras enterarse de que este era homosexual. El hecho ocurrió en la ciudad de Turín, donde el acusado deberá pasar dos años en prisión, informan medios locales.
«Mi hijo es un delincuente, rómpele los dedos», habría ordenado el padre al sujeto, a quien ofreció 2.500 euros (más de 3.000 dólares) por llevar a cabo la misión en abril de 2017, pero el hombre lo delató. Desde entonces, la víctima inició una batalla legal contra su progenitor.
Tras conocer el caso, la alcaldesa de la ciudad, Chiara Appendino, insistió en la necesidad de crear una ley al respecto. «Afortunadamente, el hombre contratado se negó a realizar un acto tan cruel como insensato y confesó todo a la víctima, que pudo así presentar cargos. Este odio debe ser derrotado lo antes posible. Sin excepción», escribió la funcionaria en Facebook.
Desde hace varios años, el anciano ya había protagonizado otros tipos de agresiones, insultos y persecuciones contra su hijo, de 45 años, quien trabaja como cirujano. De hecho, en febrero de 2017 contrató a dos hombres para golpear a la pareja del doctor, quien tuvo que recibir atención hospitalaria.
Además, el fiscal del caso dijo que tanto el hijo como su madre habían desarrollado un «temor fundado por su seguridad y la de las personas vinculadas a ellos, lo que los obligó a modificar sus hábitos».
En este sentido, el cirujano comentó a los investigadores que sentía que lo estaban persiguiendo, lo que lo obligó a cambiar las cerraduras de su casa y a depender de sus amigos para protegerse. «Aparte de los pacientes que conocía, tenía miedo de hacer visitas, sin saber nunca con quién podría encontrarme», declaró el hombre.
Por su parte, el colectivo de derechos LGBTI Arcigay Turín expresó su solidaridad con la víctima y señaló que «ninguna persona debe vivir con miedo por su orientación sexual e identidad de género».