Joe Biden y Kamala Harris juraron como presidente y vicepresidenta de EEUU este miércoles. Para realizar sus juramentos usaron Biblias propias cargadas de significado personal, escribiendo nuevos capítulos en una larga tradición estadounidense.
La Constitución no requiere el uso de un texto específico para las ceremonias de juramento y sólo especifica la redacción del mensaje que deben leer los funcionarios. Esa redacción no incluye la frase “con la ayuda de Dios” (so help me God, en inglés), pero todos los presidentes modernos la han adjuntado a sus locuciones y la mayoría han elegido Biblias que tienen significados simbólicos tanto personales como para el público en general.
Eso incluye a Biden, que usó la misma Biblia familiar que ha usado las dos veces que juró como vicepresidente de Barack Obama y las siete en las que lo hizo como senador del estado de Delaware.
El libro, de varios centímetros de grosor, y que su difunto hijo Beau también usó cuando juró como fiscal general de Delaware, ha sido una “reliquia familiar” desde 1893 y estuvo presente en “todas las fechas importantes”, dijo Biden al presentador televisivo Stephen Colbert el mes pasado.
“¿Por qué tu Biblia es más grande que la mía? ¿Tienes más Jesús que yo?”, bromeó Colbert quien, como Biden es un católico practicante.
Autoridades de la ceremonia de este miércoles contaron que Biden ha usado la misma Biblia para “jurar en cada puesto electo de su carrera de servicio público” y que entre sus páginas hay inscripciones de las fechas de cada uno de sus juramentos.
Algunos han abierto sus Biblias y posado sus manos en pasajes personalmente relevantes durante sus ceremonias. Bill Clinton, por ejemplo, eligió Isaías 58:12 – que insta al devoto a ser un “reparador de la brecha” – para su segunda toma de posesión después de un primer mandato marcado por cismas políticos con los conservadores.
Otros juraron sobre Biblias cerradas, como lo fue el caso de John F. Kennedy, el primer presidente católico, que en 1961 usó el tomo centenario de su familia con una gran cruz en el frente, similar a la de Biden.
La tradición de utilizar una Biblia se remonta a la concepción de la propia presidencia del país norteamericano. El libro sagrado utilizado por el primer presidente, George Washington, apareció más tarde en la exposición del museo Smithsonian luego de quee la logia masónica que la proporcionó en 1789 la entregara en préstamo.
La Biblia de Washington se usó más tarde para los juramentos de Warren G. Harding, Dwight D. Eisenhower, Jimmy Carter y George H.W. Bush.
Pero no todos los presidentes han usado una Biblia. Theodore Roosevelt prestó su juramento de 1901 sin una después de la muerte de William McKinley, mientras que John Quincy Adams usó un libro de leyes en 1825, según su propio relato.
Algunos han empleado múltiples Biblias durante sus ceremonias: Tanto Barack Obama como Donald Trump eligieron usar, junto con otros, la copia en la que Abraham Lincoln prestó juramento en 1861.
Harris hizo lo mismo para su juramento vicepresidencial, utilizando una Biblia que pertenecía a un amigo cercano de la familia y otra al difunto juez del Tribunal Supremo Thurgood Marshall. Harris ha hablado de su admiración por Marshall, también graduado de la Universidad de Howard y pionero en el gobierno como el primer juez afroamericano del alto tribunal.
“Cuando levanto mi mano derecha y presto juramento al cargo, llevo conmigo dos héroes que hablarían en nombre de los que no tienen voz y ayudarían a los necesitados”, escribió Harris el martes, refiriéndose a Marshall y a su amiga Regina Shelton, sobre cuya Biblia juró al convertirse en fiscal general de California y más tarde en senadora.
Kamala Harris ha prestado juramento este miércoles como la primera vicepresidenta mujer de EEUU. La ex senadora por California es la primera persona negra y de ascendencia asiática elegida para el cargo. Le tomó juramento la jueza Sonia Sotomayor, la primera miembro latina de la Corte Suprema.