El alcalde de Río de Janeiro anunció este viernes el cierre de las playas, símbolo de la vida carioca, por el fin de semana, en un intento por frenar la propagación del coronavirus en uno de los estados más afectados de Brasil.
A partir del sábado queda prohibida “la permanencia de individuos en la playa, tanto para hacer deportes, tomar baño o para actividades económicas”, afirmó el alcalde Eduardo Paes en una conferencia de prensa en la que calificó la situación como “muy crítica”.
Tampoco será permitido estacionar en la rambla -excepto para los residentes de la zona- y se prohibirá el ingreso de buses turísticos a la ciudad.
Las autoridades ya habían prohibido el 5 de marzo el funcionamiento de bares y comercios después de las 21:00 horas y la permanencia de personas en la calle entre las 23:00 y las 05:00 horas.
Paes afirmó que el lunes anunciará “medidas más restrictivas”, al cabo de una reunión prevista con el comité científico que lo asesora.
Las unidades de cuidados intensivos de la red pública de la ciudad registran una tasa de ocupación del 95%, según las autoridades.
A pesar de representar menos riesgo de contagio que lugares cerrados, las playas de Rio han registrado grandes aglomeraciones los fines de semana, con la mayoría de las personas sin tapaboca y un gran flujo de vendedores ambulantes.
“Hago un llamado a los cariocas: es el momento de quedarse en casa”, imploró Paes.
El estado de Río de Janeiro, con 17 millones de habitantes, concentra 34.697 de las 287.499 muertes registradas en Brasil hasta el momento. Es el tercer estado con mayor número de muertes por cada 100.000 habitantes (201), por detrás de Amazonas (282) y Roraima (209), según datos del Ministerio de Salud.
Al igual que todo Brasil, Rio de Janeiro lleva adelante un lento programa de vacunación, que empezó en enero por el personal de salud y esta semana está inmunizando a los adultos de 75 años.
Fuente: Infobae