Durante la Semana Santa, la comunidad del municipio de Purísima del Rincón, en Guanajuato, celebra “La Judea”: una representación tradicional cuyo protagonista no es Jesús, como típicamente se maneja, sino Judas Iscariote, el apóstol traidor.
Desde 1873, esta puesta en escena ha retratado de manera sarcástica aquel episodio donde Judas ayudó al pueblo judío a aprehender y dar muerte a Jesús de Nazaret.
Fue en ese año cuando el pintor guanajuatense, Hermenegildo Bustos, comenzó a instruir entre los purimenses la tradición de celebrar La Judea. Este hojalatero y músico también fue el creador de las clásicas máscaras que se emplean para dar vida a los personajes en el festejo.
Actualmente, las primeras máscaras se exhiben en el Museo Nacional de la Alhóndiga de Granaditas en Guanajuato capital, en el Instituto de Bellas Artes (INBA) en la Ciudad de México y en diversas partes del mundo.
Se estima que durante las celebraciones santas en Guanajuato se llegan a emplear más de 300 máscaras, las cuales son acompañadas con coloridas túnicas y turbantes de varios colores.
Las principales figuras que se personifican de este capítulo bíblico son: Judas triste, Judas negro, el Ranchero, la Oriental, la Risueña, Malco, el Tiempo, el Diablo Mayor y el Diablo Menor. Sin embargo, también participan personajes como judíos, soldados romanos y músicos.
Para el evento se desarrollan cuatro representaciones: “El Prendimiento”, “Las Tres caídas”, “Las Siete Palabras” y “El Santo Encierro”. El itinerario comienza el miércoles de la Semana Santa, en esta primera salida, el contingente de La Judea se encamina hacia la casa de Don Hermenegildo y recorre varias calles de la ciudad.
Posteriormente, el Jueves Santo, se escenifica la traición a Jesús, por lo que la máscara de Judas es de color negro, hinchada y desfigurada, representando cuando el apóstol vendió al hijo de Dios. Finalmente, en el Viernes Santo se hace la representación del juicio contra Jesús, las tres caídas y el ahorcamiento que algunos judíos hicieron a Judas frente a todo el pueblo.
Asimismo, algunos de los personajes principales y santos son representados por imágenes religiosas tall¿x yadas en madera que son manipuladas y conducidas en cada acto. Esto fue también aportación de Hermenegildo para darle más realismo al evento.
La Judea se había celebrado ininterrumpidamente por 146 años, sin embargo, en 2020 tuvo que suspenderse a raíz de la pandemia por el COVID-19 y así será para este 2021 pues, a pesar que disminuyeron los contagios en la entidad, se ha optado por mantener la seguridad de los habitantes.
Esta celebración se une a una de las varias representaciones religiosas que fueron canceladas o modificadas por el nuevo coronavirus, siendo una de ellas “El Cristo de Iztapalapa”, la cual, si bien no fue postergada, este sería su segundo año que se llevará a cabo a puerta cerrada sin ningún espectador.