El economista Jaime Aristy Escuder se mostró hoy en desacuerdo con la distribución del 30% de los fondos de pensiones, pues impactaría de manera negativa en los ingresos de las personas durante su ciclo vital.
Escuder dijo que tomar los fondos de la AFP en la juventud sería un revés para la vejez, al entender que no sería la decisión correcta en estos momentos, pues la rentabilidad de los fondos invertidos ha permitido que el ahorro de los trabajadores se eleve de manera exponencial. Esto ha llevado a que más de la mitad de los 707 mil millones de pesos ahorrados se explique por la rentabilidad de las inversiones realizadas por las AFP.
“La rentabilidad que obtiene ese ahorro previsional es muy elevada, si tú comparas los beneficios de los fondos en la República Dominicana con otros países, aquí es más del doble”, sostuvo.
Indicó que en el caso de Chile la distribución de los fondos ahorrados está provocando el colapso del sistema de pensiones. La entrega del 30% del ahorro previsional ha provocado que más de 4 millones de personas no tengan recursos para obtener una pensión cuando les llegue la edad de retiro.
“En el futuro habrá una gran presión social por obtener pensiones, pero se habrá destruido el contrato social que dio origen al sistema de pensiones. Cuando llegue la edad de retiro y no tengan fondos ahorrados, el gobierno deberá aumentar los impuestos para pagar las pensiones a quienes en el presente retiraron el 30% de su ahorro previsional. Esto provocará un conflicto distributivo entre los que retiraron los fondos en el presente y los jóvenes del futuro que trabajen y paguen impuestos”, subrayó.
Explicó que hay que tomar en cuenta que la República Dominicana tiene la menor tasa de aporte al sistema de la región y una edad de retiro relativamente joven.
El experto señaló que el dinero de las pensiones es parte de un contrato social, donde el empleado ha puesto una parte y el restante el empleador, con el objetivo de que el trabajador en el futuro obtenga una pensión, por lo que ninguno de los dos puede por sí solo apropiarse de los mismos. Es un compromiso con el trabajador cuando sea mayor, cuando ya no tenga fuerzas para trabajar.