Cerca de 2.000 personas protestaron hoy en las calles de la capital de El Salvador para conmemorar los 30 años de la firma de los Acuerdos de Paz, que terminaron con la guerra civil (1980-1992), y manifestaron su descontento contra el Gobierno del actual presidente salvadoreño, Nayib Bukele.
En la manifestación participaron exguerrilleros, veteranos del Ejército, víctimas de las violaciones a los derechos humanos, miembros de organizaciones sociales y feministas.
Anoche, un grupo de personas realizó una vigilia en la Plaza Gerardo Barrios (San Salvador), lugar donde este domingo concluyó la marcha sin que se registrara algún percance.
La protesta se dio en medio de la polémica por la derogación en la Asamblea Legislativa de la conmemoración oficial de la firma de la paz, dado que Bukele y el grupo de diputados oficialistas rechazan la efeméride.
En su lugar, el órgano Legislativo aprobó que en esta fecha se conmemore a las víctimas, sin que se haya convocado a ningún acto oficial.
«A 30 años de los Acuerdos de Paz, nos gobierna el crimen organizado» y «la historia no se borra por decreto», eran algunos de los mensajes que se leían en las pancartas que portaban los manifestantes.
Otros señalaban «prohibido olvidar» y enumeraban los Acuerdos de Paz, los desaparecidos, subrayaron el caso de una fosa clandestina encontrada en la casa de un expolicía y «toda la corrupción» del Gobierno.
La manifestación no concentró la misma cantidad de personas que en otras ocasiones y los participantes denunciaron una serie de retenes militares y policiales que supuestamente impidieron la llegada de más manifestantes al punto de la concentración.
La directora para las Américas de Amnistía Internacional (AI), Erika Guevara-Rosas, hizo eco de denuncias sobre retenes militares en las carreteras de acceso a la capital.
«Se denuncian múltiples retenes militares en #ElSalvador para impedir las manifestaciones de #El16Marchamos, en conmemoración de la firma de los #AcuerdosDePaz. Protestar es un derecho. Exigimos al gobierno de @nayibbukele (Nayib Bukele) que se garantice el derecho a la asamblea pacífica», publicó en Twitter.
Los mensajes de los manifestantes señalaban también que «miedo es el que tienen los que ponen retenes, intervienen comunicaciones, los corruptos, los dictadores».
El PRESIDENTE SANCIONA EL DECRETO
El mandatario salvadoreño, que ha criticado y restado importancia a las diversas protestas que afronta su gobierno, firmó el decreto que declara el «Día Nacional de las Víctimas del Conflicto Armado».
Retomó un vídeo de un supuesto excombatiente, quien señalaba que «Bukele quiere borrar de la historia la sangre que se derramó en esa revolución que compusieron izquierda y derecha, en donde nos utilizaron».
«Exactamente por eso, señor, porque los utilizaron y los obligaron a matarse entre hermanos. Por eso mismo es que ya no conmemoraremos a los que los utilizaron y los obligaron a matarse, sino a sus víctimas…», publicó el mandatario en Twitter.
Bukele, que califica los acuerdos de «farsa» y «pacto de corruptos», también ha sido criticado por representantes de las víctimas, principalmente por el bloqueo a una diligencia judicial para buscar archivos sobre la masacre de unos 1.000 civiles en El Mozote en 1981.
LLAMAMIENTO A REFLEXIONAR
El secretario general de la antigua guerrilla y ahora partido político Frente Farabundo Martí de Liberación Nacional (FMLN), Oscar Ortiz, llamó a «reflexionar» para «retomar la senda de la democracia» en El Salvador en el 30 aniversario de los Acuerdos de Paz.
«Los 30 años de (los) Acuerdos de Paz nos piden reflexionar, porque tenemos que retomar la senda democrática (…) es importante mantener una sociedad que se sostenga sobre la cultura de paz y sobre el legado que nos dejó el espíritu de los Acuerdos de Paz», dijo a la prensa Ortiz, quien fue vicepresidente de El Salvador entre 2014 y 2019.
La oposición salvadoreña, organizaciones sociales y analistas han señalado en diversas ocasiones una supuesta deriva «autoritaria» de Bukele.
Uno de los episodios que generó este tipo de críticas se dio el 9 de febrero de 2020, cuando Bukele entró en el Congreso salvadoreño acompañado de policías y militares armados con fusiles de asalto.
Fuente: EFE