Un reciente estudio internacional ha revelado que una nueva combinación de medicamentos logra mantener con vida al 94,1% de las pacientes con cáncer de mama metastásico tras un año de tratamiento.
El ensayo clínico Destiny Breast-03 ha estudiado la eficacia y seguridad del trastuzumab deruxtecan, un fármaco inmunoconjugado que actúa como un «caballo de Troya» al burlar las células tumorales para entrar en ellas y destruirlas.
Tras resultados positivos, se ha empezado a considerar este medicamento para que sea terapia estándar de segunda línea en el cáncer de mama HER2 positivo con metástasis, un subtipo de estos tumores especialmente agresivo que afecta al 20% de las pacientes.
Este fármaco inmunoconjugado se compone de un anticuerpo monoclonal (trastuzumab), unido mediante una unión a moléculas de quimioterapia (deruxtecan). Se administra por vía intravenosa y viaja por la sangre hasta las células malignas, en este caso el receptor HER2, donde libera la quimioterapia que transporta para destruirlas, sin causar mayor daño a otras células sanas.
En el estudio, publicado este jueves en la revista The New England Journal of Medicine, participaron 524 personas de 15 países, y reveló que, un año después de haber iniciado el tratamiento, el 75,8% de los pacientes lograba una supervivencia libre de progresión de la enfermedad frente al 34,1% que recibió el tratamiento estándar.
Además, el porcentaje de pacientes con vida tras los 12 meses de seguimiento era del 94,1% con trastuzumab deruxtecan frente al 85,9% del trastuzumab emtansine.
«Este fármaco es tan innovador y mejora el pronóstico de forma tan llamativa respecto al tratamiento estándar actual que podríamos estar ante el fármaco más activo en la historia del cáncer de mama», afirmó el doctor Javier Cortés, director del International Breast Cancer Center y primer autor del estudio.
Asimismo, Cortés resaltó que en el 16% de las pacientes tratadas con el nuevo fármaco «la enfermedad desaparece», frente al 8,7% del tratamiento estándar. «El resultado indica que nos vamos acercando a la ansiada cronificación de la enfermedad metastásica», añadió.