Los colegios electorales de Costa Rica han abierto este domingo a las 6:00 (hora local) para celebrar la segunda ronda de las elecciones generales, a las que están llamados más de 3,5 millones de electores, que decidirán quién sucederá en la Presidencia a Carlos Alvarado Quesada.
La primera vuelta de los comicios, celebrada el pasado 6 de febrero, estuvo marcada por la cantidad de candidatos, inédita en la historia del país —con 25 opciones a elegir— y por una abstención del 40 %, la más alta de todas las elecciones celebradas desde 1953, según datos del Tribunal Supremo Electoral (TSE).
¿Cómo acabó la primera vuelta?
José María Figueres Olsen, líder del centrista Partido Liberación Nacional, se impuso con el 27,3 % de los votos, aunque no logró alcanzar el 40 % de las papeletas necesarias para evitar el balotaje. Por su parte, Rodrigo Chaves Robles, que encabeza el recientemente creado derechista Partido Progreso Social Democrático, obtuvo un 16,7 % de los sufragios.
También salieron elegidos los 57 diputados de un Congreso que ha quedado fragmentado en diversos bloques y sin representantes del partido saliente, Acción Ciudadana, que cosechó solo el 2,16 % de los votos tras ocho años en el poder.
Como resultado de ello, en esta segunda ronda electoral se ven las caras Figueres Olsen, que fue presidente de Costa Rica entre 1994 y 1998, y Chaves Robles, que se desempeñó como ministro de Hacienda entre octubre de 2019 y mayo de 2020, bajo la legislatura de Alvarado Quesada.
Observadores internacionales
Para garantizar la transparencia de los comicios, la jornada electoral dominical contará con la participación de 89 expertos provenientes de América y el Caribe, agrupados en dos grupos. Ellos serán los encargados de observar todas las fases del proceso electoral.
El desafío para quien gane estos comicios será principalmente el de encauzar económicamente a Costa Rica, que goza de cierta estabilidad democrática, pero que, tras la pandemia de covid-19, sufre una crisis financiera y social que agudiza el descontento entre la población.
Actualmente, las principales preocupaciones de los costarricenses son el aumento del costo de la vida, el desempleo (de un 14,4 % en 2021), la pobreza (23 %) y una deuda pública equivalente al 70 % del Producto Interior Bruto (PIB). Como contrapartida, el país experimentó el año pasado una recuperación parcial de casi el 50 % en el turismo, actividad de vital importancia para la economía local.