La Audiencia Nacional de España condenó a siete años y medio de prisión al tirador ultraderechista Manuel Murillo, de 66 años, que planeó en 2018 el asesinato del presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez.
En un fallo, el tribunal condenó a Murillo, natural del municipio catalán de Terrasa, a dos años y seis meses de prisión por el delito de homicidio en grado de proposición y a otros cinco años de cárcel por depósito de armas y municiones.
Tras su detención el 19 de septiembre de 2018, le fue incautado todo un arsenal de armas, entre ellas, 13 reglamentarias y siete prohibidas. Además, le intervinieron un artefacto explosivo casero, un puñal, una impulsora neumática casera, una ballesta y munición, entre otros.
El tribunal, que señaló la «alta peligrosidad» que suponía ese arsenal, impuso una pena de ocho años de «privación del derecho a la tenencia y porte de armas», así como al pago de las costas procesales.
La Fiscalía pedía en principio un total de 18 años y seis meses de cárcel, aunque después rebajó la pena a 13 años.
Vigilante de seguridad de profesión, Murilló participó en 2018 en un grupo de WhatsApp –denominado Terrasa por España– en el que manifestó su rechazo a la exhumación del cuerpo del dictador Francisco Franco del enclave monumental del Valle de los Caídos, un proceso que se llevó a cabo en 2019.
«Si se acercan disparo»
«No podemos permitir que humillen al Generalísimo Francisco Franco ni a José Antonio Primo de Rivera. Es una venganza por haber perdido la guerra», escribió en el servicio de mensajería instantánea. «No lo voy a consentir. Si es preciso me voy a ir armado y me sentaré en la tumba de Franco y si se acercan disparo», aseveró.
Días después, Murillo expresó su intención de ir a «cazar» a Sánchez y requirió ayuda para llevar a cabo sus planes, asegurando que tenía un arsenal de armas: «Yo lo hago. Necesito ayuda y tienen que ser patriotas«, afirmaba, a la vez que se definía como «un francotirador» y aseveraba que «con un tiro preciso se acaba el Sánchez antes de que hunda a España».
Una de las integrantes del grupo de WhatsApp le denunció a las autoridades.
El tribunal destacó que Murillo «fue interiorizando que la solución para producir un cambio en la situación política española pasaba por causar la muerte del presidente del Gobierno, para lo que se empeñó en requerir ayuda para llevarlo a cabo».
Y precisa que «por embrionaria que fuera» la fase del plan, contaba con «persistencia, fijación y desvelaba determinación» para «causar la muerte» del presidente.
Durante el juicio oral, el tirador llegó a declarar que todo fue fruto de «la ensoñación» provocada por el vino y el orujo.