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El 90 % de todos los suelos agrícolas se agotarán para 2050, advierte la FAO

La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) manifestó su fuerte preocupación por el agotamiento de las tierras, su rápida erosión y difícil recuperación, tema al que dedica un informe titulado «Salvar nuestros suelos de todas las maneras terrenales posibles», publicado este 27 de julio.

La ONU advierte que los países vulnerables pagan ahora más por menos alimentos

Según el organismo, «cada cinco segundos se erosiona el equivalente a un campo de fútbol», mientras que «se necesitan mil años para producir unos pocos centímetros de capa superficial del suelo». Si esta tendencia continúa, 90 % de todas las tierras aptas para la agricultura se habrán degradado para el año 2050, dejando al planeta sin su fuente principal de alimentos. Resalta el informe que «95 % de los alimentos que consumimos depende de los suelos», por lo que su degradación implica una grave amenaza para la seguridad alimentaria, además de acelerar el cambio climático.

Para prevenir un mayor deterioro y promover una gestión sostenible a escala mundial, la Alianza Mundial sobre los Suelos (AMS), impulsada por la FAO, trabaja activamente con diferentes países y más de 500 socios. De esa acción, detalla el informe, destacan cinco logros principales.

Los cinco logros de la AMS:

  • Avanzar en la colaboración con cada país para recarbonizar los suelos, objetivo al que concurre el programa «Mecanismos para la reconstitución del carbono orgánico de los suelos del mundo» (RECSOIL). Así, por ejemplo, «Costa Rica y México están participando actualmente en un proyecto piloto de RECSOIL, incentivando a los agricultores a adoptar una gestión sostenible» a ese respecto.
  • Desarrollar la cartografía digital de los suelos, mediante la elaboración de mapas, para determinar las amenazas presentes en diferentes regiones. A escala mundial, ya fueron creados cuatro de esos mapas: el de los suelos mundiales contaminados por sales, el del posible almacenamiento de carbono orgánico, el de carbono orgánico en el suelo y el de distribución de suelos negros.
  • Impulsar la iniciativa «Crear capacidad y educar en materia de suelos», que ya suma a miles de expertos de mas de 170 países y permite compartir experiencias y datos necesarios para mejorar «las capacidades nacionales en gestión de datos de los suelos, cartografía, modelado y análisis de los suelos». Esto incluye la ayuda a instituciones como la Red Mundial de Laboratorios de Suelos (GLOSOLAN).
  • Difundir información resaltante para aumentar «la participación y el apoyo a escala mundial». Con ese propósito se han proclamado el Año Internacional de los Suelos y el Día Mundial del Suelo (5 de diciembre), a la vez que se promueven programas escolares y competiciones como un concurso de libros infantiles sobre biodiversidad.
  • Contribuir a «conformar las políticas gubernamentales e impulsar la adopción de medidas», en el entendido de que la solución de estos problemas depende en gran medida de las decisiones internas de las naciones. La AMS desempeña un papel importante en la elaboración de documentos oficiales de la ONU que «no solo ayudan a conformar las políticas mundiales, sino que también simplifican la gestión sostenible de los suelos en todos los niveles». Es el caso, entre otros, de la Carta Mundial de los Suelos, las Directrices voluntarias para la gestión sostenible de los suelos y el Código Internacional de conducta para el uso y manejo de fertilizantes.

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