Este 6 y 7 de agosto, una enorme mancha solar en el lado más alejado del Sol se volverá hacia la Tierra, lo que podría provocar erupciones solares y un intenso estallido de radiación en la atmósfera de nuestra estrella.
Tales perturbaciones, a su vez, desencadenarían una tormenta geomagnética en nuestro planeta, lo que afectaría a los satélites de comunicación y GPS que orbitan cerca de la Tierra, así como a los sistemas de navegación de los aviones. El Centro de Predicción del Clima Espacial de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA) de EE.UU. emitió un pronóstico de campo geomagnético inestable alrededor de la Tierra este fin de semana, lo que en el menos severo de los casos significaría la aparición de auroras boreales.
Aunque la mancha solar se encuentra en el lado más alejado del Sol, los científicos la detectaron al monitorear sus efectos vibratorios.
«El Sol vibra continuamente, debido a las burbujas de convección que golpean la superficie», dijo Dean Pesnell, científico del proyecto del Observatorio de Dinámica Solar (SDO) de la NASA.
El fuerte campo magnético de la mancha solar frena estas vibraciones, que viajan a través de toda la estrella. Como resultado, observatorios como el SDO pueden monitorear las manchas solares en el lado lejano de nuestra estrella anfitriona por el retraso en estas ondas vibratorias, a pesar de que solo pueden ver su lado cercano.
«Cuanto más grande sea la mancha solar y más fuerte sea el campo magnético, mayor será este retraso», agregó Pesnell.
Con respecto a las predicciones para este fin de semana, Pesnell declaró que «hay un filamento que se dirige en dirección a la mancha solar, por lo que podría haber algunas eyecciones de masa coronal».
Fuente RT