El papa Francisco advirtió que los suministros de armas a otros países pueden tener razones más allá de la autodefensa, informa Vatican News.
Durante una sesión de prensa antes de terminar su visita oficial a Kazajistán este jueves, el pontífice fue preguntado sobre el aspecto ético de las entregas militares que realizan varias naciones para apoyar a las tropas ucranianas y si estas pueden considerarse medidas de autodefensa, siendo, de este modo, «aceptables» en medio del conflicto con Rusia.
«Defenderse no solo es lícito, sino también una expresión de amor a la patria. El que no se defiende, el que no defiende algo, no lo ama, mientras que el que defiende, ama», dijo el líder religioso.
Sin embargo, el papa Francisco condenó el suministro de armamento siempre y cuando se busque prolongar la guerra, hacerla más sangrienta o desencadenar nuevos conflictos.
«Esta es una decisión política, que puede ser moral, moralmente aceptada», dijo el pontífice. «Pero puede ser inmoral si se hace con la intención de provocar más guerras, vender armas o desechar las que ya no se necesitan», aclaró.
«También está la fábrica de armas. Este es un negocio asesino«, aseveró el pontífice. «Alguien que entiende de estadística me decía que si se dejaran de fabricar armas durante un año se solucionaría toda el hambre del mundo», dijo Francisco y explicó que muchos ámbitos esenciales para la vida y el desarrollo de las personas, como, por ejemplo, la educación, están decayendo debido a la necesidad de fabricar y comercializar armas.
Hablando del concepto de la «guerra justa», el pontífice recordó los múltiples conflictos que transcurren hoy en día a nivel global y calificó la situación de «una guerra mundial».
Al mismo tiempo, se preguntó si, ahora, la humanidad es capaz de alegrarse de la paz, como lo hacían las generaciones anteriores, que sí vivieron el mayor conflicto militar del siglo XX.