Un proyecto de ley fue presentado este viernes en la legislatura de la Ciudad de Buenos Aires, capital de Argentina, para intentar limitar el uso de cigarrillos electrónicos en todos los espacios cerrados con acceso público, así como también publicitar los riesgos que pueden ocasionar para la salud.
El escrito, impulsado por el diputado Sergio Abrevaya, busca modificar la Ley 1.799 de control del tabaco, a fin de regular el consumo y publicidad de los dispositivos automáticos, ante un elevado uso de los mismos.
Entre los argumentos del funcionario, detallan medios locales, se resaltó la postura actual de las empresas que comercializan el producto, que sostienen que son «menos perjudiciales que los cigarrillos convencionales».
«El último reporte al respecto, publicado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) a finales del 2014, señala que la evidencia disponible hasta la fecha muestra que el vapor que liberan los dispositivos no es tan inocuo como se sugiere», advirtió el diputado.
Aunque en Argentina aún no se han reportado casos de daños severos por el uso del cigarrillo electrónico, su importación y distribución está prohibida desde el 2011 por la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT).
En 2016, el organismo ratificó su decisión:»Ninguno de los estudios es concluyente sobre sus efectos adversos a mediano y largo plazo, ya que los dispositivos aportan, en el vapor inhalado, una cantidad incierta de nicotina y de otras sustancias tóxicas», explicó en un comunicado.