El congresista republicano de EE.UU. Mike Turner afirmó que el Congreso de su país no necesita aprobar leyes demócratas con sumas exageradas para apoyar a Ucrania, insistiendo en un mayor escrutinio de los fondos asignados a la resistencia del país contra Rusia.
En declaraciones a ABC, el miembro del comité de inteligencia de la Cámara Baja señaló que él personalmente prometió apoyo bipartidista al presidente ucraniano Vladímir Zelenski pero subrayó que la mayoría republicana controlará cuánto se gasta en la asistencia.
«No necesitamos aprobar 40.000 millones de dólares, grandes proyectos de ley demócratas para enviar 8.000 millones de dólares a Ucrania», expresó Turner.
El político explicó que ha sido «frustrante, incluso para los ucranianos, cuando escuchan estas grandes cifras de los rebosantes proyectos de ley demócratas».
«El caso es que vamos a proporcionar más supervisión, transparencia y responsabilidad. No vamos a extender un cheque en blanco«, precisó Michael McCaul, otro congresista republicano, en el programa ‘This Week’
El 18 de noviembre pasado, un grupo de republicanos de la Cámara Baja presentó una resolución que exige auditar la asistencia que se presta a Kiev. Marjorie Taylor Greene, quien encabeza la iniciativa, comparó Ucrania con el 51.º estado de EE.UU. mencionando el apoyo presupuestario directo a la nación.
Los republicanos ganaron una estrecha mayoría en la Camara de Representantes estadounidense al término de las elecciones de mitad de mandato que se celebraron este mes, mientras los demócratas conservaron el control del Senado, por lo que a partir de enero próximo, ambos partidos tendrán que colaborar en la aprobación de las leyes, incluidas aquellas sobre la asistencia al país eslavo.
Hasta el momento, Washington ha proporcionado a Ucrania ayuda militar que excede los 18.000 millones de dólares desde el comienzo del conflicto en febrero pasado, y este mes el Gobierno pidió al Congreso 37.700 millones de dólares en ayuda adicional.
El presidente Joe Biden espera que el presupuesto pueda ser aprobado antes de que los republicanos tomen el control de la Cámara Baja en enero próximo.