Cinco hombres de entre 30 y 36 años han sido enviados a prisión preventiva por una jueza en Cataluña acusados de agredir sexualmente al menos a tres mujeres.
Según se desprende de la investigación, los cinco actuaban de forma coordinada y organizada para depredar a sus víctimas. Uno de ellos actuaba de cebo y se citaba con una chica a través de una aplicación de citas y después quedaba con ella en una vivienda del municipio barcelonés de Castelldefels.
Allí se encontraban los otros individuos, que agredían a la mujer en grupo aprovechándose de su superioridad numérica. «Lo han normalizado, desprecian a las mujeres, considerándolas objetos, la finalidad de las cuales es satisfacer sus deseos sexuales», ha relatado la magistrada Laia Box en el escrito con el que les ha enviado a prisión.
Un año de investigación y más víctimas
La investigación sobre este grupo comenzó hace exactamente un año, en diciembre de 2021, cuando una chica denunció ante la Policía regional catalana que en mayo había acudido a una cita a un piso de Castelldefels y allí la habían agredido sexualmente en grupo cuatro hombres.
Los acusados fueron citados a declarar por los agentes y se les intervino sus teléfonos móviles para examinar su contenido. Allí es donde hallaron un buen número de pruebas. En un grupo de chat, los cinco varones presumían de la forma en que agredían a sus víctimas. Los hallazgos permitieron vincularles con otras dos denuncias más, pero se sabe que el número de víctimas es mayor.
«De los mensajes de los móviles se infiere que hay otras víctimas que no han podido ser identificadas«, apunta en su escrito la jueza, que cree que los cinco hombres actuaban como un grupo organizado y que tras conseguir llevar a sus víctimas a apartamentos con la excusa de asistir a una fiesta, «después los otros se aprovechan de la vulnerabilidad sometiéndolas a prácticas sexuales no consentidas«.
Mensajes incriminatorios
Los mensajes vertidos en el grupo de WhatsApp dan buena cuenta de la forma de pensar y de actuar de esta cuadrilla: «Una violación sería ir por la calle, pillar una chica y atarla. Si ella dijo que no quería hacer de todo, y lo hicimos, es diferente», decía uno de ellos. «¿Desde cuándo una tía es solo para uno?», preguntaba uno de los miembros en otro.
También comentaban en directo el acercamiento a posibles víctimas. «La chica va muy borracha, se aproxima un trío», escribió uno de los hombres en agosto, que posteriormente comentaría: «A la chavala la hemos destrozado; le hemos dado en el DNI».
La última denuncia de la que se tiene constancia relata hechos de la primavera del año pasado y el modus operandi se repite. La chica quedó en la vivienda de Castelldefels con uno de los hombres, y allí se encontraban los otros cuatro, que la invitaron a beber mientras jugaban a la videoconsola.
La denuncia relata que cuando la víctima estaba muy borracha, hasta el punto de no tenerse en pie, los cinco hombres la llevaron a una habitación y todos ellos la violaron por turnos, a pesar de que ella suplicaba que pararan.