El papa Francisco oficia la misa de Navidad este domingo 25 de diciembre en la Basílica de San Pedro, en el Vaticano, e imparte su tradicional bendición ‘Urbi et orbi’, ceremonia que va dirigida a los cristianos de todo el mundo.
Una gran multitud de fieles católicos se ha reunido en la Plaza de San Pedro para escuchar el tradicional discurso navideño del papa, así como su indulgencia plenaria, liberando a los creyentes del castigo debido a sus pecados.
El papa Francisco, desde su coronación papal, ha escogido el balcón de las bendiciones para celebrar esta liturgia.
Cada pontífice puede escoger el lugar en el que ofrecer esta bendición, como Juan Pablo II, que la impartía en el Altar de la Plaza de San Pedro, o Benedicto XVI, que hacía la bendición en hábito coral.
Francisco ofreció un discurso a la multitud con parabienes únicamente en italiano. Desde su llegada, el papa ha roto con la tradición de hacer el saludo en varios idiomas diferentes.
Posteriormente, comenzará con la bendición, basada en la lectura del Evangelio de San Mateo 8:23-27 con el pasaje de la barca que se hunde.