La Comisión Presidencial para el Reordenamiento de la Cuenca del Río Yaque del Norte (CRYN), que preside el Ministerio de la Presidencia, continúa las labores de reforestación en La Sierra y la Línea Noroeste con la meta de sembrar 1,125,000 árboles en una superficie de 15,000 tareas hasta finales del año.
El grueso de la reforestación se lleva a cabo con los dueños de terrenos y la siembra diaria que realizan con los brigadistas. También contribuyen a esa labor las jornadas con voluntarios.
De hecho, la CRYN contempla 11 jornadas con voluntarios por parte de empresas e instituciones en las que se espera sembrar un poco más de 66,000 plantas de diferentes especies en 925 tareas.
Con respecto al trabajo de la CRYN, el ministro de la Presidencia, Gustavo Montalvo, dijo que la metodología diseñada para el plan de reforestación busca aumentar la resiliencia de las nuevas plantaciones frente a futuros ataques del escarabajo del pino, así como otros impactos generados por el cambio climático.
“Con esta estrategia de plantación, además, se favorece la biodiversidad y otros servicios generados por el bosque”, dijo en una de las reuniones de la CRYN.
La directora ejecutiva de la comisión, Inmaculada Adames, explicó que en el plan se privilegian especies nativas de coníferas como el pino occidental y caribea, y de latifoliadas como la caoba criolla, mara y cedro.
Adames precisó que de cumplirse la meta prevista en esta segunda parte del año se alcanzarán las 24,600 tareas reforestadas desde mitad de 2018, cuando empezó a operar la comisión. En el primer año, hasta julio pasado, se habían sembrado 310,000 árboles en un espacio de 9,628 tareas.
La CRYN se estableció mediante el decreto 57-18 que declara de alta prioridad nacional la rehabilitación, saneamiento, preservación y uso sostenible de la
cuenca del río Yaque del Norte, llevando las acciones necesarias para aumentar y proteger el almacenamiento de agua.
De manera temporal, coordina las acciones de emergencia para atender a los afectados por la sequía, así como otras medidas de carácter permanente para reducir el impacto de futuros fenómenos naturales en la zona norte del país.