El supuesto arresto en su contra que vaticinó la semana pasada Donald Trump ha provocado gran expectativa en EE.UU. El expresidente aseguró que sería detenido este martes, pero eso no sucedió. La incertidumbre y las especulaciones sobre cuándo se le imputará continúan, a pesar de que, hasta el momento, no se ha emitido ninguna acusación.
El anuncio de Trump del sábado, donde también llamó a sus seguidores a protestar, provocó que este lunes tres presidentes de comités republicanos en la Cámara de Representantes arremetieran contra el fiscal de distrito de Manhattan, el demócrata Alvin Bragg, a quien acusaron de abusar de su autoridad y actuar políticamente, y le exigieron testimonios y documentos relacionados con la investigación abierta en contra del exmandatario.
Este jueves, la oficina de Bragg respondió a los parlamentarios en una carta —a la que tuvo acceso Reuters—, en la que se rechazan sus demandas para obtener detalles confidenciales y se acusa a Trump de crear «una falsa expectativa de que lo arrestarían» para que ellos pudieran interferir en el caso.
Sus solicitudes de información «no pública» sobre la investigación en curso son una «incursión ilegal en la soberanía de Nueva York». «El Congreso no puede tener ninguna tarea legislativa legítima relacionada con la supervisión de los fiscales locales», subraya la misiva, firmada por la abogada general del fiscal de distrito, Leslie Dubeck.
La oficina de Bragg rechazó rotundamente que el caso de Trump tuviera motivos políticos y confirmó que se le está investigando por presuntas «violaciones de la ley penal del estado de Nueva York». No obstante, no es oficial la posibilidad de emitir cargos. Al mismo tiempo, el gran jurado involucrado aún no ha emitido una acusación y se prevé que se reunirá nuevamente solo hasta el próximo lunes.
Trump podría ser acusado por el presunto delito grave de falsificación de registros comerciales y de violar las leyes de financiación de campañas al organizar un pago de 130.000 dólares a la actriz de películas para adultos Stormy Daniels a través de su entonces abogado, Michael Cohen, a cambio de su silencio sobre supuestos encuentros sexuales con el magnate en 2006, que Trump niega.
En caso de que incriminen al líder republicano, sería la primera vez que se formulan cargos contra un expresidente estadounidense y podría suponer un vuelco a su carrera para las elecciones presidenciales de 2024.