El expresidente de Estados Unidos Donald Trump será acusado formalmente este martes de mal manejo de documentos secretos en un histórico proceso federal en una corte de Miami, una ciudad que se ha preparado desde la víspera para posibles protestas masivas y choques entre simpatizantes y detractores del polémico magnate.
Los alrededores del juzgado federal, ubicado en el centro de la ciudad, bullían desde el fin de semana con decenas de periodistas y miembros de medios de comunicación, atraídos por el carácter histórico del caso, el primero que incluye cargos federales penales contra un expresidente de los Estados Unidos.
Las áreas aledañas al edificio fueron acordonados desde la mañana del lunes con cinta amarilla policial para evitar obstrucciones.
«Hay mucha seguridad, muchas fuerzas especiales, muchas unidades caninas», dijo a la Voz de América, Diego Miguel Tintorero, un vecino del área.
Tintorero, de origen cubano, asegura que no recuerda un despliegue de ese tipo en la zona. «Hay mucha, mucha seguridad y parece que va a haber más», indicó.
De momento – como ya sucedió durante la acusación formal contra Trump en una corte estatal en Manhattan– en las afueras de la corte se agrupaban más comunicadores y curiosos, que manifestantes.
Sin embargo, esta situación podría cambiar rápidamente a medida que se acerque el momento de la audiencia, que según el propio Trump, será a las 3:00 pm hora local. Un escenario con protestas masivas es algo para lo que las autoridades de la ciudad aseguran estar preparadas.
Miami «está preparada» y vigilante
«No hay una amenaza específica, es general obviamente la preocupación», dijo el alcalde de Miami, el republicano Francis Suárez, en una rueda de prensa conjunta con la policía sobre la alta probabilidad de protestas fuera de la corte este martes.
En redes sociales, los simpatizantes más radicales del expresidente han aumentado la retórica violenta tras conocerse la noticia del nuevo proceso, en ocasiones alentada por el propio Trump, quien ha criticado su acusación como una «caza de brujas» llevada a cabo por la administración del presidente Joe Biden.
Fueron los simpatizantes más acérrimos del exmandatario quienes respondieron al llamado de Trump y atacaron el Capitolio el 6 de enero de 2021, para tratar de detener la confirmación de Joe Biden como presidente electo.
El alcalde de Miami insistió en que tienen «todos los recursos necesarios» para que quien lo desee pueda «expresar sus inquietudes» y recordó la manera efectiva en que las autoridades manejaron las manifestaciones violentas tras la muerte del afroamericano George Floyd en 2020.
«Queremos que ejerzan su derecho a la protesta y la libertad de expresión, pero que lo hagan de manera pacífica (…) Aquí en Miami nosotros respetamos la Constitución, pero también respetamos la ley», remarcó Suárez.
Por su parte, el jefe de la policía de la ciudad, Manny Morales adelantó que tienen los recursos y están preparados para controlar protestas desde «5.000 a 50.000» manifestantes.
Morales también informó que se han desplegado un mayor número de oficiales de policía como refuerzo y aseguró que todas las agencias de la ciudad trabajan muy de cerca. Detalló que el plan de respuesta a la situación es implementado «paso a paso» y es muy probable que cambie si las circunstancias lo ameritan.
Fuera del ojo público
Al contrario de cuando tuvo que ponerse a disposición del juzgado en Manhattan, Nueva York, se espera que el expresidente no sea visto por el público a su llegada al edificio federal en el centro de Miami.
En abril pasado, Trump se declaró no culpable en un caso estatal relacionado con uso indebido de fondos de campaña para pagar a una estrella de cine para adultos con el que el exmandatario habría tenido una relación extramatrimonial, antes de llegar a la Casa Blanca. En aquel entonces, el polémico magnate saludó a sus simpatizantes a la entrada de la corte.
El edificio de la corte federal de Miami tiene accesos privados y un parqueo a donde se llega por vías subterráneas, por lo que es muy probable que no se vea al expresidente al llegar o salir de las instalaciones.
Expertos también vaticinan que este procedimiento será más corto que el de Manhattan, aunque como en abril, Trump será instruido de sus cargos y muy probablemente les serán tomadas las huellas dactilares como dicta el protocolo.
Es muy probable que no se le tome una foto, al igual que en el proceso anterior, cuando se quiso evitar que la imagen fuera usada por simpatizantes del expresidente para inflamar los ánimos del ala extrema de sus seguidores.
¿Trump en problemas?
Los cargos contra el expresidente son los más serios entre los varios procesos judiciales a los que se enfrenta actualmente.
Incluso William Barr, el director del Departamento de Justicia al final de la presidencia de Trump, advirtió que la acusación penal contra Trump de retener ilegalmente documentos de seguridad nacional altamente clasificados cuando dejó el cargo en 2021 era “muy, muy condenatoria”.
«No podemos olvidar aquí que todo esto se debió a [la] conducta imprudente del presidente» al llevar consigo más de 300 documentos clasificados a su propiedad junto al mar en Mar-a-Lago en Florida cuando terminó el período y se fue de Washington, en lugar de entregarlos a los Archivos Nacionales, como lo exige la ley», dijo.
A pesar de que el exmandatario ha declarado repetidamente su inocencia y tachado la acusación de ridícula, el principal funcionario encargado de hacer cumplir la ley bajo su administración aclaró inequívocamente que esta vez Trump no tenía razón.
“Estaba totalmente equivocado de que tenía derecho a tener esos documentos”, dijo Barr.
La acusación de 37 cargos contra Trump fue presentada la semana pasada por un gran jurado en Miami. Al expresidente se le acusa de “retención deliberada” de 31 de los documentos de defensa nacional. A esto se le unen otros seis cargos, entre los que se incluye obstrucción de la justicia.
Este tipo de delitos es duramente castigado por la justicia estadounidense. Analistas y expertos en leyes aseguran que podrían significar hasta 10 años de privación de libertad, pero también explican que es poco probable que el expresidente sirva ese tiempo en prisión.
Trump también enfrenta retos a la hora de definir su equipo legal. La renuncia de Jim Trusty y John Rowley, dos de sus abogados, ha puesto al expresidente en la carrera por encontrar nuevos representantes.
De acuerdo con reportes, el expresidente habría llegado un día antes a Miami para tratar de resolver este tema y concluir entrevistas. Fue recibido a la llegada a su resort en el área del Doral, al oeste de la ciudad, por un pequeño grupo de simpatizantes con pancartas.
Juicios en medio de la campaña presidencial
La nueva denuncia contra el exmandatario, el primer presidente en enfrentar dos procesos de destitución en el Congreso, tiene además la particularidad de suceder en medio de la carrera por llevarse la nominación del partido republicano en las elecciones presidenciales de 2024.
Trump, quien fue encontrado responsable en mayo pasado en un juicio por abuso sexual y difamación a una periodista, aseguró que permanecerá en la campaña presidencial aun si lo declaran culpable en el caso federal.
“Jamás renunciaré”, dijo a Politico el expresidente, que aventaja por mucho a sus contendientes republicanos y quien vaticinó sin embargo que no lo declararán culpable.
Como ha hecho en otras ocasiones, Trump ha calificado de «injusticia» lo que llama «persecución» por parte de la administración Biden, quien también aspira a regresar a la Casa Blanca en 2024.
“Han desatado una cacería de brujas tras otra en su intento para frenar nuestro movimiento, coartar la voluntad del pueblo estadounidense”, declaró Trump el fin de semana en Georgia, donde dijo a la multitud que “en última instancia, ellos no están viniendo por mí, están viniendo por ustedes”.
En un movimiento esperado por analistas, la mayoría del partido republicano se ha movido para respaldar a quien está considerado su candidato más popular por la presidencia en 2024.
Tampoco ha sorprendido que varios de los contendientes por la nominación, entre ellos su principal competidor, el gobernador de la Florida, Ron DeSantis, no se apresuraran a criticar al exmandatario y en su lugar emitieran declaraciones oblicuas.
Los exgobernadores de Arkansas, Asa Hutchinson, y Nueva Jersey, Chris Christie, han sido los más duros con Trump.
“Si bien Donald Trump tiene derecho a la presunción de inocencia, el proceso penal en curso será una gran distracción”, dijo Hutchinson quien insistió que la nueva acusación «reafirma la necesidad de que Donald Trump respete el cargo y termine su campaña”.
Mientras, Christie, un antiguo colaborador del expresidente, calificó de «horrible» la conducta del exmandatario.
“Ya sea que te guste Donald Trump o no te guste Donald Trump, esta conducta es imperdonable en mi opinión para alguien que quiere ser presidente de los Estados Unidos”, dijo Christie el lunes en la noche a CNN.
VOA