SANTO DOMINGO . – El director de Biodiversidad, Gabriel Valdez, ponderó la disposición de diversos sectores de la sociedad a participar en la consulta pública abierta por el Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales para cumplir con el mandato que la ley dispone sobre el Reglamento de Cacería de la República Dominicana.
“El marco jurídico nuestro establece, en la Ley 333-15, sobre Biodiversidad, varios tipos de cacería, incluyendo la comercial, la de control, la subsistencia y la deportiva”, dijo Gabriel Valdez, director de Biodiversidad.
“Es importante que podamos avanzar con el reglamento porque todos los países prestan especial atención a estos temas, particularmente al tema de la cacería de control, porque tenemos espacios en los que una especie foránea puede crear un problema serio y restar espacio a una endémica, como la amenaza latente que tenemos ahora mismo en algunas regiones con la iguana verde”, añadió.
Explicó que “cuando se lleva a cabo de forma regulada y con las herramientas correctas, la cacería ayuda a evitar que las poblaciones de algunas especies, sobre todo introducidas, se salgan de control”. Recordó que el país tiene que mantener planes de control en especies, como el caracol gigante africano, rata negra o el hurón porque “pueden entrar en conflicto con el ser humano, causando daños a los cultivos o transmitiendo enfermedades”.
Valdez dijo que el país tiene desafíos de mantener controles en especies como las palomas, los rolones o las guineas asilvestradas. “Estos procedimientos siempre deben seguir unos protocolos técnicos y una supervisión de la autoridad competente”, dijo.
El país debe mantenerse alerta incluso en especies como el moriviví gigante y la calliandra, el caracol gigante africano.
Las labores de control se realizan bajo el amparo de la Ley núm. 64-00, sobre Medio Ambiente y Recursos Naturales; la Ley Sectorial de Biodiversidad (núm. 333-15) y la Estrategia Nacional de Especies Invasoras, todo bajo criterios de acuerdos internacionales, como el Convenio de Diversidad Biológica.
“La cacería de control o remoción está sujeta a una autorización previa de caza y de acompañamiento del Ministerio de Medio Ambiente, por lo que en estos casos, la autorización del ministerio y acompañamiento siempre se basará en una evaluación ecológica o técnica que compruebe los daños a la biodiversidad”, resaltó.
“Además, los protocolos de intervención evitan sufrimientos innecesarios a las especies y sólo deben llevarse a cabo luego de un análisis minucioso del impacto que estas estén causando”, recordó.
En ese sentido, refirió, por ejemplo, que, en los años 2014 y 2018, Medio Ambiente realizó labores de control y movilización de gatos en Isla Cabrito, porque estaban afectando a la iguana. También sacó de ese espacio, en un proyecto con Island Conservation y la IUCN, burros que afectaban la flora. Asimismo, que en Los Cayos Siete Hermanos, de Montecristi, se han tenido que desarrollar proyectos de erradicación de ratas.
“Hemos recibido algunas preocupaciones de organizaciones protectoras de animales a las que debemos dejar constancia de que la Dirección de Biodiversidad del Viceministerio de Áreas Protegidas en la actualidad no ha autorizado o está llevando actividades de remoción de especies como perros o gatos asilvestrados en las áreas protegidas”, indicó.
El control de estas especies en zonas urbanas entra en la jurisdicción del Ministerio de Salud Pública, de acuerdo a la Ley 248-12 de Protección Animal y Tenencia Responsable, sostuvo.“Entendemos que, sin ninguna mala intención, algunas personas pudieron confundirse por la terminología incluida en la legislación vigente que toca el tema de las distintas cacerías, pero estamos en una etapa de consulta en la que todos los sectores pueden hacer valer su opinión, aparte de que el Ministerio de Medio Ambiente jamás propiciaría un accionar fuera del ámbito de la ley y de todos los protocolos internacionales que deben enmarcar nuestras acciones”, dijo Valdez.
