Google se ha asociado con una de las mayores organizaciones de salud de EE.UU., Ascensión, para procesar registros médicos pertenecientes a decenas de millones de pacientes en 21 estados de ese país.
Según informó este lunes The Wall Street Journal, el intercambio de datos comenzó el año pasado, se ha acelerado en los últimos meses y continúa sin consentimiento alguno de los pacientes del sistema sanitario subordinado a Ascensión. El programa se llama Project Nightingale (Proyecto Ruiseñor).
Al menos 150 empleados de la división Cloud del gigante informático tienen acceso ahora a la mayor parte de los datos recabados. La información compartida incluye los nombres de los pacientes, fechas de nacimiento, registros de hospitalización, pruebas de laboratorio y los diagnósticos médicos, que en conjunto proporcionan un historial médico completo para muchos de los pacientes.
Google intentó mantener en secreto el proyecto y ahora afirma que espera aprovechar los datos para desarrollar una aplicación con uso de la inteligencia artificial y el aprendizaje automático para poder recomendar tratamientos. Como finalidad planea crear un motor de búsqueda capaz de acumular en un mismo lugar los datos de los pacientes.
La investigación se lleva a cabo de forma gratuita, pero el diario duda de que la corporación de Silicon Valley no intente monetizar el servicio tan pronto como los proveedores de artículos de salud de todo el mundo se conecten. En ese sentido, el medio ha recogido opiniones de varias personas influyentes que se mostraron escépticas respecto a la iniciativa de Google, aún más debido al disfraz de las intenciones altruistas.
Así, el abogado y miembro del Comité Nacional Republicano Harmeet Dhillon, calificó el proyecto en un tuit de «francamente alarmante». «¿Confía en Google con los resultados de sus análisis de sangre, diagnósticos e información confidencial de salud?», se preguntó, y afirmó que la cuestión afecta los intereses de millones de estadounidenses.
El gigante informático lanzó Google Health en 2008, pero lo cerró menos de cuatro años después, al no poder persuadir a suficientes usuarios para que suban voluntariamente sus registros médicos, posiblemente por sentirse incómodos con el acceso de la compañía a información tan sensible. Desde entonces, el gigante tecnológico ha eliminado el criterio de consentimiento individual de las operaciones con datos de atención médica.
Historial de alianzas
En septiembre pasado, la compañía entabló una «asociación estratégica» con Mayo Clinic, con sede en Minnesota, para proporcionar servicios en la nube y análisis de datos durante 10 años. Esta alianza le daría a Google acceso a los historiales de hasta 1 millón de pacientes que pasan por la clínica cada año.
Otro gran volumen de datos cayó en manos de Google a principios de este mes, cuando compró al fabricante de los dispositivos Fitbit, de seguimiento de estado físico. Concretamente, se trata esta vez de unos 28 millones de usuarios activos. Los datos incluyen básicamente la cantidad de pasos que uno realiza a diario y el ritmo cardíaco, pero van más allá, puesto que algunos usuarios vincularon el dispositivo a sus registros médicos. Google prometió no entregar la información de Fitbit a terceros, pero el medio se muestra escéptico al respecto.
Hace unos meses, Google y el Centro Médico de la Universidad de Chicago fueron demandados por la cesión a Google de los registros médicos de cientos de miles de pacientes sin que fueran despojados de los datos que permiten la identificación personal.
Fines de lucro
El intercambio secreto de datos entre Ascension y Google es absolutamente legal conforme a la ley federal de EE.UU., aseguraron ambas compañías. Además, agregaron que tienen previstas todas las salvaguardas necesarias para proteger la privacidad de cada paciente.
Concretamente, la Ley de portabilidad y responsabilidad del seguro médico (HIPA, por sus siglas en inglés) de 1996 admite que los hospitales y otros centros sanitarios pasen datos a sus socios comerciales sin informar a los pacientes, siempre y cuando que ello «ayude a la entidad a cumplir sus funciones de atención médica».
Ascension, con una red de aproximadamente 2.600 hospitales, clínicas y consultorios, asegura que está haciendo exactamente eso y busca utilizar los datos para mejorar los servicios e identificar qué pruebas adicionales podrían necesitar los pacientes. Sin embargo, WSJ revisó los documentos y estimó que generar más ingresos también figura entre los objetivos de ambas partes de la asociación.