La ola de incendios forestales que azota Australia desde el pasado viernes ya se ha cobrado la vida de 4 personas, ha destruido más de 270 hogares y ha quemado alrededor de un millón de hectáreas en todo el país, informa Reuters.
La agencia meteorológica estatal advirtió que los vientos cálidos y secos, así como los rayos, aumentan el riesgo para la gente que vive en los estados de Queensland y Nueva Gales del Sur, situados al este del país oceánico. Asimismo, existe riesgo de tormentas eléctricas.