El mandatario brasileño, Jair Bolsonaro, afirmó este viernes ante un grupo de seguidores que «jamás esperaba ser presidente», pues «todo» estaba en contra de él, lo que le lleva a atribuir su ascenso a un designio divino.
«Entiendo que Dios así lo quiso. Primero salvando mi vida, después dando el mando», indicó el presidente, que se ha sometido a cuatro intervenciones médicas desde septiembre de 2018 tras recibir una puñalada en el abdomen durante la campaña electoral.
Durante el encuentro, el mandatario apuntó también que cree que «Dios es brasileño».
Por otro lado, el presidente afirmó ante sus simpatizantes que el país «está yendo bien», a pesar de la «maquinación constante» que intenta «derrumbar, ensuciar la imagen, acusar de algo», recoge AFP.