Salud

Científico canadiense denuncia que le impidieron estudiar una misteriosa enfermedad cerebral

Michael Coulthart, un destacado científico canadiense, denunció ante un colega que le impidieron estudiar una misteriosa enfermedad cerebral que se presentó a la manera de un brote en la provincia de Nuevo Brunswick y que, según sus estimaciones, afectaba para el momento a más de 200 personas, todas con severos deterioros neurológicos de causa desconocida.

Correos electrónicos con las revelaciones de Coulthart han sido filtrados ahora, dos años después que las autoridades sanitarias de la provincia cerraran aquella investigación, al tiempo que descartaban la existencia de un conjunto de pacientes que padecían un mismo trastorno cerebral para el que la ciencia no tenía explicaciones. Achacaron la similitud de los síntomas a errores en el diagnóstico inicial, y concluyeron que en realidad se debían a enfermedades preexistentes, como cáncer o demencia.

«Todo lo que voy a decir es que en mi opinión científica algo real está sucediendo [en Nuevo Brunswick], algo que de ningún modo puede ser explicado por el sesgo o la agenda personal de un neurólogo individualmente», escribió Coulthart en uno de los correos a los que accedió The Guardian. «Unos pocos casos podrían ser explicados por esa última vía, pero son demasiados (ahora más de 200)», agregó.

Un empleado de una autoridad médica canadiense afirma que el síndrome neurológico desconocido que afecta a los jóvenes "evoluciona muy rápido"

Un empleado de una autoridad médica canadiense afirma que el síndrome neurológico desconocido que afecta a los jóvenes «evoluciona muy rápido»

En un correo electrónico de octubre de 2023, enviado a otro miembro de la Agencia de Salud Pública de Canadá, el microbiólogo denunció haber sido, «en esencia, aislado» de cualquier involucramiento en el asunto. Así, sostuvo que decidieron apartarlo de la investigación por motivos políticos, ya que pensaba que el mal podría deberse a la exposición a un entorno medioambiental nocivo.

«Una exposición ambiental —o una combinación de exposiciones— está desencadenando o acelerando una variedad de síndromes neurodegenerativos«, escribió Coulthart en el correo, y sugirió que ello afectaba a personas aparentemente susceptibles a las enfermedades priónicas, que se generan por el plegamiento incorrecto de proteínas e incluyen las enfermedades de Alzheimer y Parkinson.

¿En qué consiste el mal de Nuevo Brunswick?

El trastorno cerebral detectado en decenas de pacientes, pero únicamente en Nuevo Brunswick, tiene similitudes con la enfermedad priónica de Creutzfeldt-Jakob, que también es de carácter neurodegenerativo y progresa rápidamente, pero siempre es fatal.

Los síntomas de la nueva enfermedad cerebral incluyeron problemas de memoria y de equilibrioespasmos musculares,  dificultad para caminar o caídas, visión borrosa o alucinaciones visuales, pérdida de peso significativa e inexplicable, cambios de comportamiento y dolor en las extremidadessuperiores o inferiores. Algunos pacientes empezaban a babear, mientras que otros sentían hormigueo, como si tuvieran unos insectos arrastrándose por o debajo de su piel.

Imagen ilustrativa

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El primer caso se registró en 2015, y desde aquel entonces se han detectado casos similares en pacientes de entre 18 y 85 años, casi por igual entre hombres y mujeres, pero desproporcionadamente más entre jóvenes. Si bien los espasmos musculares y cambios de comportamiento podrían achacarse con facilidad a la ansiedad, depresión u otro trastorno, hacia los 18 a 36 meses los pacientes comenzaban a desarrollar deterioro cognitivo, atrofia muscular, babeo, bruxismo y alucinaciones aterradoras, entre otros empeoramientos.

Un «resquicio» para los políticos

En los correos electrónicos, Coulthart sostuvo que este fenómeno no encaja fácilmente en «paradigmas superficiales» de la patología diagnóstica, y que la complejidad del asunto dio a los políticos un «resquicio» para concluir que lo de Nuevo Brunswick no se trataba de «nada coherente».

«Creo que la verdad se impondrá con el tiempo, pero por ahora todo lo que podemos hacer (…) es seguir recopilando información sobre los casos que nos llegan como sospechas de enfermedad priónica«, escribió el científico.

El destino de los pacientes

Desde que las autoridades sanitarias recibieran los primeros reportes de casos alarmantes, los pacientes que padecen el mal desconocido siguen sintiéndose abandonados e ignorados a distintos niveles de Gobierno.

«Los políticos no quieren reconocer que está pasando algo grave, porque entonces tendrían que abordarlo», comentó a The Guardian una joven que no ha recibido asistencia ni seguimiento médico, a pesar del empeoramiento de sus síntomas, desde que las autoridades emitieran su informe final, negándose a reconocer la gravedad de la situación en la provincia canadiense.

Ahora su estado va empeorando: la mujer sufre temblores musculares y falta de coordinación, mientras que su deterioro visual y de memoriaes semejante al de un paciente de avanzada edad, según le dijeron los médicos. Ya no puede cocinar porque le cuesta demasiado controlar las manos y se alimenta casi únicamente de comidas congeladas. A medida que se va deteriorando su memoria, necesita recordatorios constantes de su teléfono inteligente para tomar los medicamentos, ducharse y comer.

Echa de menos poder conducir y «tener una sensación de independencia». «No me reconozco por dentro», confesó.

Fuente RT

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