La inflación anual en EE.UU. alcanzó en diciembre su máximo en casi 40 años, al dispararse hasta el 7% en comparación con las cifras de diciembre del 2020, mientras que los precios de comestibles y servicios siguen creciendo.
Pero, ¿por qué se observa el crecimiento de la inflación a este ritmo? ¿Qué le espera a los ciudadanos estadounidenses? Y ¿cómo afectará la situación en la economía estadounidense al mundo?
¿Por qué se registra este aumento?
La inflación afecta la vida cotidiana de todos los ciudadanos, que se ven obligados a pagar más cuando compran ropa y comida y su crecimiento se registra por una serie de factores.
En cuanto a EE.UU., uno de los factores que provocó el aumento de la inflación es el crecimiento de la demanda en medio de la recuperación de la economía tras el golpe de la pandemia. Otra causa consiste en la interrupción de las cadenas de suministro, también debido a la pandemia. La situación se agravó por las medidas que las autoridades estadounidenses adoptaron para apoyar a sus ciudadanos y en cuyo marco inyectaron enormes sumas en la economía.
Desde la Casa Blanca culparon de la alta inflación a factores externos, como la interrupción de la producción en Asia, mientras hicieron hincapié en que EE.UU. no es el único país en el que se registra el crecimiento de precios. Sin embargo, los expertos sostienen que la ayuda del Gobierno contribuyó al aumento de la demanda, haciendo que la situación fuera a peor. La economista Kristin J. Forbes, del Instituto de Tecnología de Massachusetts, afirmó, citada por The New York Times, que «más de la mitad del aumento, al menos, se debe a factores globales», pero «también está el componente de la demanda doméstica, que es importante».
«Un gran activo»
El tema de la inflación fue abordado este lunes en la Casa Blanca y tras una reunión con sus asesores económicos, el presidente estadounidense, Joe Biden, dio una rueda de prensa. «¿Cree que la inflación es un lastre político?», preguntó el corresponsal de Fox News, Peter Doocy, a lo que el mandatario murmuró ante el micrófono, que todavía estaba abierto: «Eso es un gran activo. Más inflación. Qué estúpido hijo de perra».
El presidente aparentemente estaba hablando con sarcasmo, pero previamente se escuchaban opiniones desde la Casa Blanca de que la alta inflación es una cosa buena. De esta manera, el director adjunto del Consejo Nacional Económico estadounidense, Bharat Ramamurti, declaró en mayo que «el aumento de algunos precios más rápido de lo que esperábamos es en realidad una buena señal en el sentido de que es una señal de que la economía se está recuperando más rápidamente de lo que muchas personas esperaban».
¿Qué medidas esperar ahora?
Se espera que la Reserva Federal de EE.UU., que se reunirá el 26 de enero, decida aumentar la tasa de interés en marzo, así como que en breve ponga fin a la política de expansión cuantitativa, utilizada para aumentar la oferta de dinero, en un intento de rebajar la inflación. Según estimaciones de expertos, habrá al menos 4 aumentos de la tasa de interés este año.
«Si vemos que la inflación persiste a altos niveles más tiempo de lo esperado [y] tenemos que aumentar las tasas de interés con el tiempo, lo haremos», declaró el presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, a mediados de enero.
Consecuencias
Mientras tanto, el alto nivel de inflación puede debilitar más las posiciones del Partido Demócrata y concretamente las del mandatario Joe Biden, en vísperas de las elecciones al Congreso que se celebrarán en noviembre.
A nivel mundial, entre los expertos hay preocupación de que el aumento de la tasa de interés por la Fed agrave la crisis de la deuda, ya que este paso aumentará los pagos de los países que tienen deudas en dólares y por eso la hará más difícil. «La crisis de la deuda ya ha despojado a países de los recursos necesarios para abordar la emergencia climática y la interrupción continua por el covid, mientras las crecientes tasas de interés amenazan con hundir a los países que tienen una mayor deuda», opinó Heidi Chow, la directora ejecutiva de Jubilee Debt Campaign, recoge The Guardian.
Al respecto, Kristalina Georgieva, la directora general del Fondo Monetario Internacional, afirmó la semana pasada que el aumento de la tasa de interés por la Reserva Federal estadounidense puede «arrojar agua fría» sobre el proceso de recuperación de la economía mundial. En ese contexto destacó la importancia de la comunicación para evitar sorpresas.
Fuente RT