El aumento del interés a la desdolarización radica en los riesgos crecientes de la fragmentación de la economía mundial, según se desprende del informe del Foro Financiero Internacional (FFI), publicado el pasado sábado, y citado por South China Morning Post.
«[Desdolarización] puede ser una de las consecuencias imprevistas de la fragmentación financiera», reza el documento. Además, destaca que la tendencia de usar las divisas regionales se debe a las repercusiones adversas del endurecimiento de la política monetaria de la Reserva Federal de EE.UU.
Otro informe, publicado el pasado viernes por el Banco Popular de China (BPC), constató que las sanciones unilaterales y otras medidas restrictivas de Washington generan preocupaciones en los mercados emergentes sobre «el uso de divisas como armas», por lo que buscan diversificarse de los activos denominados en dólares.
No obstante, los participantes del FFI destacaron que no hay una alternativa viable a la moneda estadounidense, pese a los esfuerzos de internacionalizar el yuan. Para finales de marzo del 2023, el porcentaje de la divisa china en los pagos internacionales fue del 3,26%, comparado con el del dólar, del 57,68%, y del euro, del 22,27%.
Nor Shamsiah, exgobernadora del Banco Central de Malasia, dijo que «la dependencia del dólar de EE.UU. no será una cosa fácil de superar». Asimismo, explicó que el uso creciente de las monedas regionales radica principalmente en el aumento del comercio regional, añadiendo que, a la hora de desarrollar las divisas alternativas al dólar, los países tienen que ampliar el uso de sus propias monedas en mercados financieros.
Entre tanto, el economista estadounidense John Lipsky subrayó que la fragmentación de los mercados financieros todavía no ha ocurrido, y para ello serían necesarios los pasos encaminados a «crear una alternativa realmente fiable» al dólar. Agregó que hay que tomar medidas globales dirigidas a crear un sistema de comercio internacional menos propenso al proteccionismo y las sanciones.