Con una representación de las privadas de libertad, la Dirección General de Servicios Penitenciarios y Correccionales (DGSPC) inauguró el área de producción del recinto Baní Mujeres, una iniciativa para la inserción laboral que cuenta con el apoyo de la Universidad ISA y la Unión Europea.
Durante el acto inaugural, las autoridades dejaron en funcionamiento dos espacios productivos, con extensiones de 37 y 72 metros cuadrados, dotados de ocho máquinas industriales de coser, una mesa de planchado, dos planchas a vapor y otros materiales y accesorios.
Previo a la apertura de los talleres, la DGSPC y las entidades auspiciantes desarrollaron un proceso de capacitación a las internas, quienes a través del trabajo se prepararán para un exitoso retorno a la libertad.
La directora de Extensión y Proyectos de la Universidad ISA, Cindy Cristóbal, destacó que han sido 32 meses de mucho trabajo en los que la academia ha dado asistencia psicológica grupal e individual a más de 200 internas en los cinco centros penitenciarios femeninos del país.
Destacó que, además de las habilidades blandas, las privadas de libertad han adquirido técnicas para el emprendimiento y conocimientos de finanzas, estrategias, operaciones, mercadeo y destrezas en áreas como la bisutería.
El programa “Promoviendo derechos, fortaleciendo capacidades y creando oportunidades para la integración de mujeres privadas de libertad en la sociedad dominicana (Prodecreo)”, funciona bajo gestión de ISA, con el auspicio de la Unión Europea.
“A través de esta iniciativa, las privadas de libertad van a tener la oportunidad de realizar un trabajo que les genere beneficios económicos para contribuir con la manutención de sus hijos y familiares”, destacó en el acto Noel Toribio, director interino de centros y subdirector general de Asistencia y Tratamiento de la DGSPC.
Como fruto de estas capacitaciones, las mujeres que cumplen condenas y prisión preventiva han elaborado productos en resina, porcelana fría y tela, lo que les reporta ingresos monetarios.
Cindy Cristóbal y Noel Toribio destacaron, además, la creación de una marca para los productos elaborados en el sistema penitenciario, porque las internas podrán identificar, promover y vender sus productos, lo que permitirá también mostrar a la sociedad el trabajo que se hace en los centros de corrección y rehabilitación.
Este tipo de proyectos resulta positivo para la reinserción social de las personas privadas de libertad, debido a que impacta el aspecto de su transformación conductual, expresó Toribio.
Agregó que este proyecto continuará porque existen 700 privadas de libertad que hay que seguir apoyando y que Najayo Mujeres podría ser el próximo nicho de trabajo.
Además de Cristóbal y Toribio, la mesa de honor estuvo integrada por Edwin Reyes, Vicerrector de Investigación, Extensión y Postgrado de la Universidad ISA; José Manuel Arias, juez de la Ejecución de la Pena de San Cristóbal, y Yadira de los Santos, directora del Centro de Corrección y Rehabilitación Baní Mujeres.