El presidente de EE.UU., Donald Trump, regularmente le hace «favores personales a los dictadores que le gustan» y, desde esa tónica, respaldó la idea de crear más «campos de concentración» en China y le pidió al presidente del gigante asiático, Xi Jinping, que lo ayude a ganar las elecciones de 2020: así se desprende de los extractos de un libro todavía inédito del exasesor de Seguridad Nacional John Bolton, publicados este miércoles por The Wall Street Journal, The Washington Post y The New York Times.
Esas filtraciones o adelantos del libro se producen un día después que el Departamento de Justicia de EE.UU. presentara una demanda contra Bolton, con el objetivo de bloquear la publicación de sus memorias sobre su trabajo en la Casa Blanca, asegurando que contienen «información clasificada» que «comprometería la seguridad nacional».
«Le rogó a Xi asegurarse de que él ganara»
En particular, en su libro —titulado ‘La habitación donde sucedió: una memoria de la Casa Blanca’ y programado para salir a la venta el próximo 23 de junio— Bolton habla de las conversaciones de Trump con su homólogo chino, Xi Jinping, con quien, entre otras cosas, abordó el tema de las elecciones estadounidenses de 2020.
«[Trump], entonces, de manera sorprendente, dirigió la conversación hacia las próximas elecciones presidenciales de EE.UU., aludiendo a la capacidad económica de China para afectar las campañas en curso, y rogándole a Xi que se asegurara de que él ganara«, escribió el exasesor de Seguridad Nacional.
«Hizo hincapié en la importancia de los agricultores y el aumento de las compras chinas de soja y trigo para el resultado electoral», indicó Bolton.
Durante la misma reunión, prosigue el autor, Xi defendió la construcción de campamentos para albergar a la etnia uigur, nativa de la Región Autónoma Uigur de Sinkiang, en el noroeste de China, y el inquilino de la Casa Blanca manifestó su aprobación.
«Según nuestro intérprete, Trump dijo que Xi debería continuar con la construcción de los campamentos, que era exactamente lo que debía hacer«.
La posición oficial de la Administración Trump siempre ha sido criticar fuertemente la detención de los uigures y otros grupos musulmanes en China. De hecho, Trump firmó este miércoles una legislación que permite sancionar a los funcionarios chinos que supuestamente hayan violado los derechos de la etnia uigur.