Brasil ha alcanzado este martes un nuevo pico máximo de fallecidos por covid-19, al notificar 2.340 muertes y 74.595 contagios en las últimas 24 horas.
Un día después del nombramiento de quien será el cuarto ministro de Salud de la gestión, Marcelo Queiroga, las autoridades sanitarias reportaron un total de 11.594.204 casos positivos y 281.626 víctimas fatales de la enfermedad, desde que comenzó la pandemia en el país. En el boletín del lunes, el Consejo Nacional de Secretarios de Salud (CONASS) contabilizaba 11.519.609 infectados y unos 279.286 decesos hasta la fecha.
Con su sistema hospitalario colapsado, el Gobierno de Jair Bolsonaro enfrenta una grave crisis política, ya que son mayoría —17 de 27— los gobernadores que reclaman al Ejecutivo la aplicación de medidas paliativas de alcance nacional, que puedan poner un freno al avance del virus en todo en territorio.
En ese marco, el presidente decidió ayer reemplazar al general Eduardo Pazuello, quien había asumido al frente de la cartera en mayo de 2020, en pleno avance de la pandemia en el país. Pazuello está siendo investigado en la Justicia por su presunta «omisión» y «falta de transparencia» en cuanto a la información brindada sobre el covid-19.
Anteriormente, el diputado Luiz Henrique Mandetta y el oncólogo Nelson Teich debieron abandonar sus cargos por diferencias con el mandatario derechista, debido a sus constantes choques en relación a la aplicación de una cuarentena efectiva.
Con un perfil negacionista de las graves consecuencias de la enfermedad a nivel mundial, Bolsonaro mantiene firme su decisión de sostener a la población brasileña sin restricciones de circulación, para evitar dificultades económicas.
Fuente RT