Desde el inicio de la emergencia en el país latinoamericano, se ha detectado ese virus en 21 especies de aves silvestres acuáticas, siendo el pelícano la más afectada.
Un primer caso de gripe aviar en un lobo marino común ha sido confirmado en Chile, según lo anunció este jueves en un comunicado el Servicio Nacional de Pesca y Acuicultura (Sernapesca), dependiente del Ministerio de Economía, Fomento y Turismo del país latinoamericano.
El ejemplar en cuestión se trata de un macho adulto de aproximadamente 250 kilos que varó enfermo en la playa El Huáscar, en la Región de Antofagasta. El animal presentaba problemas respiratorios, por lo que se le practicaron una serie de pruebas que confirmaron que tiene influenza aviar de alta patogenicidad (IAAP).
El texto indica que se trata, además, del primer caso de un mamífero marino contagiado con dicha enfermedad infecciosa vírica en Chile, por lo que el Sernapesca —organismo responsable de la fauna hidrobiológica— ha activado su protocolo especial para varamientos de animales marinos.
Alerta en todo el país
Hace meses que el Servicio Agrícola y Ganadero (SAG) decidió reforzar la vigilancia y activar sus sistemas de alerta en todo el país tras registrar varios casos positivos de IAAP en aves de once regiones norteñas de la nación.
Desde el inicio de la emergencia, se ha detectado el virus en 21 especies de aves silvestres acuáticas, siendo el pelícano la más afectada. La misma variante también está presente en otros países del continente, como Ecuador, Colombia, Argentina y Uruguay.
«Esto es parte de un problema mundial. Tanto en EE.UU. como en Perú ya se habían registrado lobos marinos afectados por influenza aviar. También tenemos un caso de pingüino afectado por esta gripe en Antofagasta», explicó Soledad Tapia Almonacid, directora nacional de Sernapesca, que junto al SAG han puesto en marcha un plan para aumentar la vigilancia activa en las costas chilenas y fortalecer las medidas de bioseguridad.
En este contexto, Tapia Almonacid instó a la ciudadanía a no manipular animales marinos varados, independientemente de si están vivos o muertos, a no alimentarlos, a mantener distancia respecto a ellos y a informar inmediatamente al organismo que dirige sobre cualquier posible contagio.
Fuente RT
