El centro de Pekín se ha convertido en un escaparate de las armas más avanzadas de China, algunas de las cuales fueron mostradas ante el público por primera vez.
Tropas y equipos militares desfilaron por la plaza de Tiananmén mientras aviones de combate sobrevolaron la zona ante miles de espectadores.
Con motivo del Día Nacional, en el que se conmemora el aniversario de la fundación de la República Popular China el 1 de octubre de 1949, las Fuerzas Armadas presentaron el misil balístico hipersónico Dongfeng-17 (DF-17) con capacidades nucleares que podría superar el sistema de defensa antimisiles de Estados Unidos.
A su alta velocidad y su sistema que permite operar el lanzamiento de ojivas de manera independiente se suma su capacidad de volar a bajas altitudes.
Otro proyectil exhibido fue el nuevo Dongfeng-41 (DF-41), con un alcance de hasta 15.000 kilómetros, que convierte a China en el único país que opera tres tipos de misiles intercontinentales balísticos de manera simultánea. Se estima que el Dongfeng-41 podría alcanzar EE.UU. en 30 minutos.
La mayor parte del territorio continental de EE.UU. también está al alcance del modernizado misil Dongfeng-31AG, capaz de atravesar más de 11.200 kilómetros, otra de las armas mostradas durante esta jornada por el Ejército Popular de Liberación.
Entre las armas que debutaron en este desfile militar se encuentra el nuevo misil de crucero supersónico CJ-100, del que se sabe poco, pero se especula que tiene un alcance de unos 1.500 kilómetros. La agencia de noticias gubernamental Xinhua lo caracteriza como un proyectil de “largo alcance, alta precisión y rápida capacidad de respuesta”.
También hicieron su primera aparición pública los misiles JL-2, diseñados para ser lanzados desde submarinos nucleares clase Jin, y el dron supersónico WZ-8 que, según expertos chinos, puede aportar datos de reconocimiento más fiables que los satélites. Otros equipos militares que marcaron este desfile fueron los cazas furtivos J-20, los más avanzados del país, así como el carro de combate Tipo 99A.
Mientras el presidente Xi Jinping se dirigía a sus conciudadanos afirmando que “ninguna fuerza puede sacudir el estatus de China” y detener su progreso, en Hong Kong tuvo lugar una nueva serie de protestas antigubernamentales que desafían a Pekín.
El grupo más grande de manifestantes tomó una amplia avenida en el centro de Hong Kong y coreó lemas contra el Partido Comunista. Por su parte, la jefa de Gobierno de la región administrativa especial china, Carrie Lam, asistió al desfile en Pekín en una muestra de unidad con el partido gobernante.
El experto en asuntos del Nordeste Asiático Santiago Castillo opina que en los últimos años el Gobierno chino ha conseguido importantes avances en cuanto al nivel de vida, por lo que no existen grandes descontentos en su territorio continental, y sostiene que las autoridades tienen que seguir profundizando en el diálogo para superar la crisis en Hong Kong.
“Aunque la tensión es muy fuerte por las manifestaciones masivas que hay en Hong Kong, teniendo en cuenta los miles y miles de manifestantes y quizá en algunos momentos cierta dureza de la Policía de Hong Kong, el manejo tiene que ser de diálogo”, comentó Castillo a RT.