El Colegio Médico Dominicano (CMD) recibió un estudio de parte de diversas organizaciones comunitarias realizado por la Alianza Mundial de Derecho Ambiental, el cual reveló cómo la contaminación térmica, del aire, el ruido y la vibración de las dos barcazas de generación eléctrica propiedad de Seaboard Transcontinental ubicadas sobre el río Ozama afectan la salud de los moradores de la zona y solicitaron a esta entidad ser parte de la investigación y estudios que realizará el Ministerio de Salud Pública para establecer la magnitud de los graves daños a la salud que estas plantas generan.
Las organizaciones realizaron la solicitud al Colegio Médico Dominicano en su calidad de garante del cumplimiento de la ley 42-01 sobre salud, de la Ley 63-03 que instituye a esa entidad en su artículo 2, así como el artículo 159 párrafo II letra i, 179, de la Ley 87-01 de seguridad social y sus modificaciones.
Las entidades que hicieron la solicitud fueron: el Programa de Acción Comunitaria por el Medio Ambiente (PACMA); la Comisión Ambiental de Esperanza por el Ozama; la Red Nacional de Resistencia y por la Remediación del Daño Ambiental; el Instituto de Abogados para la Protección del Medio Ambiente (INSAPROMA); la Central de Trabajadores Unificados (CTU) y el Comité Nacional de Lucha Contra el Cambio Climático.
Fueron recibidos por el presidente, vicepresidente y secretaria general del Colegio Médico Dominicano, doctores Rufino Senén Caba, Justo José Nicasio y Francisca Moronta, respectivamente.
El presidente del CMD, Senén Caba expuso que se esa entidad se siente enaltecida y honrada de recibir esa solicitud y “pueden estar seguros de que le vamos a acompañar. El compromiso con el ejercicio y cuido del medio ambiente es una de las responsabilidades más loables que puede tener un ciudadano.
Existen medicinas del llamado triángulo morbigenético de Debi en donde el impacto ambiental sobre la salud es una las determinantes más importantes. Ustedes pueden estar seguros que nosotros vamos a asumir y demandar que se lleve a cabo el mismo”.
Senén Caba afirmó que asistimos en estos momentos al ejercicio de prácticas verdaderamente irresponsables, inhumanas en términos del daño al medio ambiente y añadió que “el río Ozama se ha convertido prácticamente en un albañal en donde todas las aguas negras y donde todo el que quiere poner un negocio irresponsable como este de las barcazas lo han deteriorado, han deteriorado completamente la cuenca de este río”.
Según el estudio elaborado por el científico Rye Howars, del Environmental Law Alliance Worldwide (Alianza Mundial de Derecho Ambiental, ELAW, por sus siglas en inglés), los generadores eléctricos Estrella del Mar II y Estrella del Mar III, ubicados sobre el río Ozama producen daños a la salud tales como enfermedades respiratorias en niños y envejecientes, enfermedades auditivas por el ruido y las vibraciones, y enfermedades cardiovasculares a los residentes de sectores aledaños como Calero, Pueblo Nuevo y Maquiteria en Villa Duarte, y Los Guandules, Las Cañitas, La Nueva Barquita y la Ciudad Colonial.
El referido informe establece la presencia de contaminantes del aire en la zona donde operan las barcazas, tales como los óxidos de nitrógeno, cuya exposición al NO2 que es el principal de estos, provoca irritación del tracto respiratorio, broncoconstricción y dificultad para respirar, ataques de asma y aumenta el riesgo de infecciones respiratorias.
Dicho informe menciona, además, que las emisiones de óxidos de azufre forman partículas contaminantes que alteran el desarrollo de la función pulmonar en los niños y contribuye al deterioro de la función pulmonar en los adultos y, además, causa y agrava el asma y enfermedades cardiovasculares.
“Este estudio revela que esas plantas están contaminando 15 veces más o por encima de lo que estipulan las normas para un generador de esta misma capacidad. Y están provocando asma, enfermedades cardíacas, de la piel e insomnio, enfermedades nerviosas por las vibraciones. Por el tiempo prolongado de las plantas de 32 años, es necesario, examinar las víctimas de la zona”, manifestaron.
Con relación al ruido y la vibración, el documento depositado cita que, “la presencia de una contaminación significativa por ruido y vibraciones es una fuente de malestar y posiblemente una fuente de graves problemas de salud para las comunidades vecinas”.
Señala el estudio: “Los niveles altos de ruido pueden provocar pérdida de audición, especialmente durante períodos prolongados. Sin embargo, más allá de la pérdida auditiva, la exposición prolongada a niveles de ruido incluso moderados causa una amplia gama de problemas, desde la interrupción del sueño hasta el deterioro del rendimiento cognitivo en los niños y enfermedades cardiovasculares”.
Por estas razones el informe concluye que: “Las barcazas eléctricas que operen bajo estándares marinos para impactos ambientales no son adecuadas para su colocación en comunidades densas como Santo Domingo durante períodos prolongados”. Otra de las conclusiones del informe es que el HFO (full oil), el más sucio de los combustibles derivados del petróleo debe cesar por completo.
Esta coalición de organizaciones no gubernamentales (ONG), previamente depositaron una instancia ante el Ministerio de Salud Pública solicitando la realización de una exhaustiva investigación médica para establecer la magnitud de los graves daños a la salud que provocan estas barcazas de generación eléctrica propiedad de Seaboard Transcontinental ubicadas sobre el río Ozama. Requirieron la intervención del Ministerio de Salud Pública como entidad rectora en materia de salud colectiva en nuestro país.
Diversas personalidades de la vida nacional como ambientalistas y expertos en materia de energía se han manifestado a favor de que estas plantas sean trasladadas a otro lugar por su alto nivel de contaminación.
La institución responsable del estudio citado es la Environmental Law Alliance Worldwide (Alianza Mundial de Derecho Ambiental, ELAW, por sus siglas en inglés), la cual ayuda a comunidades a manifestarse acerca del aire limpio, el agua limpia y un planeta más saludable. Es una alianza mundial de abogados, científicos y otros defensores, colaborando a través de fronteras para promover los esfuerzos a nivel de base para construir un futuro sustentable y justo.