Colombia registró en 2023 un total de 94 masacres, la misma cifra que en 2022, de acuerdo con el balance del año recientemente publicado por el Instituto de Estudios para la Paz (Indepaz).
En su informe, denominado ‘Violencia en Colombia’, Indepaz señala que entre el 1 de enero y el 28 de diciembre de este año fueron asesinados 44 firmantes del acuerdo de paz, siete menos que en 2022. Los departamentos más afectados por estos casos en el año en curso son Cauca, Meta y Huila.
Triste balance
Las 94 masacres cometidas dejaron un saldo de 303 víctimas, lo que representa una disminución en el número de víctimas con respecto a las 343 registradas en 2022. En las masacres de 2023 en las que ha sido posible obtener la identidad de las víctimas, se ha constatado que 20 menores de edad, en su mayoría entre los 16 y 18 años, han muerto. Los departamentos más afectados son Valle del Cauca, Antioquia, Atlántico, Cauca y Magdalena.
En este contexto, el documento subraya que la mayoría de estas masacres están concentradas en las ciudades principales y sus áreas metropolitanas. Esta particularidad es consecuencia de disputas entre actores armados locales y de economías como el microtráfico, la extorsión y el control sobre rutas de paso de drogas a centros de distribución más amplios.
Los liderazgos y niños en la mira
Asimismo, el informe también destaca que en ese mismo periodo han sido asesinadas 188 personas que ejercían algún tipo de liderazgo o defensa de los derechos humanos en el país (un líder más que el año anterior). Del mismo modo se alertó del preocupante panorama en los departamentos de Cauca, Antioquia, Nariño y Valle del Cauca para quienes ejercen algún tipo de liderazgo social o político.
En las estadísticas recopiladas entre el 1 de enero y el 30 de noviembre se han registrado 86 sucesos en los que había involucrados niños, niñas y adolescentes en actividades relacionadas con grupos armados. Estos sucesos se han concentrado en los departamentos de Cauca, Arauca y Antioquia.
La presión a través de la violencia ejercida por los grupos armados los obliga a vincularse a estos grupos, donde cumplen labores de mensajeros, reclutadores, campaneros, entre otras actividades, en abierta violación de los derechos humanos y el derecho internacional humanitario.
Otra conclusión del informe es que el Cauca es el departamento más afectado por acciones violentas en el país y constituye el escenario más preocupante para niños y adolescentes.
