La corte suprema de la India confirmó el pasado jueves la pena capital para Ashok Ghumare, declarado culpable de violar y matar a una niña de dos años. La sentencia, aprobada por dos de los tres jueces, fue divulgada a través del sitio oficial de la institución.
Según el documento, el crimen tuvo lugar en la ciudad de Jalna, en el centro del país, en marzo del 2012. Al enterarse de la desaparición de la pequeña, sus familiares organizaron búsquedas y averiguaron que Ghumare, residente de la misma calle, había sido avistado distribuyendo chocolates a los niños en el vecindario.
Un registro policial en su vivienda descubrió a la chica inconsciente y escondida bajo la cama. Falleció camino al hospital Deepak, donde los médicos solo pudieron constatar su muerte.
«Aparentemente, la violó y abusó de ella durante 4-5 horas hasta que ella respiró por última vez», indicaron los jueces R.F. Nariman y Surya Kant, que se expresaron a favor de aplicarle la pena capital.
«El apelante no tenía control sobre sus deseos carnales superó todos los límites naturales, sociales y legales solo para saciar su hambre sexual. Terminó sin piedad con una vida que aún no había florecido», agregaron.
Conforme a la organización de derechos humanos Project 39A, en el año pasado las cortes indias sentenciaron a la muerte a 162 personas. El mismo año, la pena capital empezó a aplicarse a otros delitos distintos al homicidio, entre los que está la violencia sexual contra los niños.