Desde inicios de febrero, han sido derribados cuatro objetos voladores sobre territorios estadounidense y canadiense.
En cuanto al globo chino, derribado el pasado 4 de febrero cerca de las costas del estado de Carolina del Sur tras desplazarse sobre EE.UU. durante varios días, Washington denunció que era un globo espía, al tiempo que Pekín comunicó que la aeronave había despegado del país asiático y era de naturaleza civil.
Desde la Cancillería china explicaron que el globo «se desvió mucho de su ruta prevista», debido a los fuertes vientos y su capacidad limitada de autodirección. Según su descripción, el aparato tenía más de 60 metros de altura y pesaba más de un par de miles de libras (más de 900 kilogramos).
Sin embargo, todavía no está claro el origen de los otros tres. La semana pasada, fueron derribados objetos no identificados sobre Alaska, Canadá y el lago Hurón, ubicado en la frontera entre EE.UU. y Canadá. Desde el Departamento de Defensa de EE.UU., indicaron que, según sus estimaciones, no existió una «amenaza militar cinética», aunque los objetos en sí revestían «un peligro para la seguridad de los vuelos y una amenaza debido a sus potenciales capacidades de vigilancia«.
Paralelamente, el jefe del Comando Norte de EE.UU., el general Glen VanHerck, declaró, citado por Reuters, que no descartaba el posible origen extraterrestre de los tres objetos. «Dejaré que la comunidad de inteligencia y la comunidad de contrainteligencia lo averigüen», indicó, agregando que los militares no lograron determinar de inmediato los medios por medio de los cuales, los tres últimos objetos se mantuvieron en el aire o de dónde venían.
John Kirby, coordinador para Comunicaciones Estratégicas del Consejo de Seguridad Nacional de EE.UU., detalló que el objeto derribado en Alaska tenía el tamaño de un pequeño auto y estaba volando a una altitud de 40.000 pies [unos 12.200 metros]. En lo que se refiere al objeto derribado sobre Canadá, la ministra de Defensa canadiense, Anita Anand, señaló que se trataba de «un pequeño objeto cilíndrico» que estaba volando a una altitud de unos 12 kilómetros.
Avistamientos de objetos voladores en otras regiones
Mientras, no solo en Norteamérica se han registrado últimamente los avistamientos de objetos voladores no identificados. En concreto, desde el Ministerio de Exteriores chino indicaron este lunes que globos de EE.UU. han sobrevolado ilegalmente y a gran altitud el espacio aéreo de China en más de 10 ocasiones desde el 1 enero de 2022.
Por su parte, Estados Unidos ha negado las afirmaciones de Pekín. «No es cierto. No lo hacemos», dijo el portavoz de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, John Kirby. «No estamos volando globos sobre China», agregó.
Asimismo, Urugay inició una investigación por una serie de denuncias sobre el avistamiento de «luces intermitentes en el cielo» en la noche del pasado viernes en una zona turística conocida como Termas de Amirón, en el departamento de Paysandú, al oeste del Estado.
Entre otros países, Costa Rica denunció los primeros días de febrero la incursión en su espacio aéreo de un globo. Luego, la Fuerza Aérea de Colombia anunció el ingreso a su espacio aéreo de un objeto volador en forma de globo. La institución realizó el seguimiento del aparato hasta que abandonó la zona controlada por Colombia y determinó que el objeto «no representaba una amenaza» para la seguridad y defensa nacional.
Posteriormente, el Gobierno de China lamentó el incidente, reiterando que se trataba de una aeronave de carácter civil con fines meteorológicos. Las explicaciones de la Cancillería china añadieron que la presencia del objeto volador en el espacio aéreo costarricense «se debió a que sufrió un desvío de la ruta programada por las condiciones meteorológicas y la capacidad limitada de autodirección».
¿Entraron más globos durante la presidencia de Trump?
El congresista estadounidese Mike Turner sugirió en una entrevista con CNN que la Administración Biden se esforzaba ahora por compensar su falta de atención inicial al primer globo, que sobrevoló durante varios días instalaciones clasificadas estadounidenses, recoge Reuters.
Sin embargo, anteriormente también se habían registrado incursiones de objetos voladores en territorio estadounidense. Así, el Pentágono comunicó que tres globos chinos entraron en territorio estadounidense durante la Administración de Donald Trump, pero nunca fueron derribados ni se habló de ello públicamente.
«Según todos los indicios que tenemos, eso fue por breves períodos de tiempo, nada parecido a lo que vimos [los primeros días de febrero], en términos de duración«, explicó John Kirby, coordinador para Comunicaciones Estratégicas del Consejo de Seguridad Nacional de EE.UU., en una conversación virtual con periodistas, citada por The New York Times.
Altos funcionarios de la Administración Trump aseguraron que no habían sido informados sobre las presuntas incursiones de globos chinos mientras estaban en sus cargos. Asimismo, el propio Trump calificó las afirmaciones de «información falsa» en su red social Truth Social.
Mientras, desde el Departamento de Estado de EE.UU. denuncian que China había realizado vuelos de vigilancia similares sobre más de 40 países de cinco continentes.
Consecuencias
El Departamento de Defensa de EE.UU. rechazó las afirmaciones de China respecto a que el primer globo era de naturaleza civil y aseguró que el aparato tenía fines de espionaje. A su vez, el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, calificó la incursión de la aeronave como indicio de que «China y también Rusia aumentan su actividad de vigilancia e inteligencia» contra miembros de la Alianza Atlántica «en muchas plataformas diferentes».
Asimismo, el secretario de Estado de EE.UU., Antony Blinken, declaró que pospuso su viaje a China tras el incidente. El jefe de la diplomacia estadounidense le dijo al jefe de la Oficina de Asuntos Exteriores del Comité Central del Partido Comunista de China, Wang Yi, que el vuelo del globo sobre EE.UU. era un acto «irresponsable» que violaba la soberanía del país y el derecho internacional, al tiempo que «socavaba» la intención de la visita.
La Cancillería estadounidense subrayó que la Casa Blanca seguía «comprometida» con el diálogo diplomático y que Blinken estaba dispuesto a visitar Pekín «en cuanto las condiciones lo permitan».
En este contexto, James Palmer, redactor jefe adjunto de Foreign Policy, expresó que «es extraño que Pekín haga algo tan provocador justo antes de un viaje diplomático clave de EE.UU., sobre todo teniendo en cuenta que China ha estado presionando para reparar las relaciones con Estados Unidos tras la pandemia». Según el experto, «estamos en los inicios de la Guerra Fría 2.0, donde la vigilancia mutua era uno de los temas más tensos».
Por su parte, Andréi Kortunov, presidente del Consejo de Asuntos Exteriores de Rusia, señaló a RBC que «estos incidentes, que en general ya se han producido antes, se utilizan ahora como excusa para frenar el diálogo o quizá para acompañarlo de algunas condiciones y exigencias adicionales a China». «El incidente no merecería tanta atención si no estuviera vinculado al contexto general de las relaciones entre EE.UU. y China», agregó.
Fuente RT