Investigadores de la Universidad de Cádiz (UCA), en España, en colaboración con instituciones y ONG de 10 países, han logrado identificar los tipos de basura con mayor presencia en los grandes ecosistemas acuáticos.
Su estudio, publicado esta semana en la revista Nature Sustainability, revela que el 80 % de los residuos sólidos oceánicos son plásticos, seguidos de metal, vidrio, ropa y textiles, goma, papel y madera procesada. La mayor porción de plástico se encuentra en las aguas superficiales, donde constituye un 95 % de la basura, y en las costas (83 %). En el lecho de los ríos el plástico constituye un 49 % de la basura, en los fondos cercanos a la costa un 64 % y en los fondos marinos profundos un 77 %.
Sin embargo, lo más llamativo de sus conclusiones es que, de las 112 categorías de basura estudiadas en el análisis, «tan solo 10 productos plásticos representan las tres cuartas partes de todos los artículos encontrados en el mundo», explican desde el Laboratorio de Basuras Marinas de la UCA, principal responsable de la investigación.
De este modo, en promedio, en todos los entornos oceánicos, los cuatro elementos que más abundan (el 44 %) son bolsas, que representan el 14 % de la basura plástica, botellas (12 %), recipientes de plástico para alimentos y cubiertos (9 %) y envoltorios, que también supusieron un 9%. «Descubrimos que un conjunto de artículos de plástico procedentes de la comida y las bebidas para llevar domina en gran medida la basura mundial, seguido de los resultantes de las actividades pesqueras», asegura Carmen Morales Caselles, coautora del estudio.
En diálogo con la revista Forbes, Morales confiesa que ella y su equipo esperaban que el plástico fuera el material predominante, pero les resultó «impactante» que solo cuatro tipos de residuos dominen ampliamente. «El estudio nos ha ayudado a comprender qué actividades humanas están contribuyendo más a la basura global y dónde», agregó.
Los artículos de consumo para llevar enumerados anteriormente representaron la mayor proporción en todos los entornos, excepto el océano abierto, donde la mayoría se derivaron de actividades oceánicas. Entre tanto, la mayor proporción de artículos provenientes de actividades domésticas e industriales se observó en los cauces de los ríos (22%) y los residuos relacionados con el consumo de tabaco fueron especialmente abundantes en playas (5 %). «Aunque el estudio utilizó únicamente datos anteriores a la pandemia de covid-19, artículos de origen médico e higiénico suelen aparecer en los fondos marinos cercanos a la costa, siendo relacionados con las descargas a través de los inodoros», subraya la UCA en un artículo.
¿Qué hacer?
Los investigadores ofrecen conclusiones clave que podrían contribuir a la puesta en marcha de políticas más adecuadas para frenar los residuos plásticos ya que, aunque existen planes de acción en marcha, estos se centran a menudo «en artículos superfluos o fácilmente reemplazables, como pajitas de un solo uso, bastoncillos de algodón y agitadores de bebidas. «Si bien estas acciones son bienvenidas, aquí demostramos que no abordan el problema central«, resalta el estudio.
En este contexto, Morales y su equipo recomiendan «estrategias de sustitución de los artículos plásticos más contaminantes por productos similares fabricados con materiales más fácilmente degradables». Asimismo, aconsejan introducir «prohibiciones reglamentarias sobre artículos evitables», como las bolsas plásticas, así como políticas de «responsabilidad ampliada del productor».
Fuente RT