La Policía Nacional del Perú (PNP) habría encubierto y manipulado pruebas para obstruir las investigaciones contra un agente acusado por la muerte de Rosalino Flores, uno de los miles de manifestantes que marcharon en Cusco, a inicios de 2023, contra el Gobierno de Dina Boluarte, informaron medios locales.
Flores, un estudiante de 22 años que se escondió detrás de un árbol durante una manifestación el 11 de enero pasado, al intentar moverse recibió 31 disparos de perdigones de plomo en la espalda que le provocaron la muerte. Por el hecho está señalado el suboficial PNP Joe Erik Torres Lovón.
De acuerdo a la fiscal provincial Mirela Coronel Molero, integrante del equipo especial para casos con víctimas durante las protestas sociales, este policía usó una de las dos escopetas de caza perdigoneras que existen en su unidad, reportó El Búho.
Coronel señaló que, en imágenes de video, se aprecia el momento en que el efectivo dispara reiteradamente contra el estudiante universitario, sin respetar el protocolo de uso de la fuerza.
Las alteraciones halladas
La fiscal provincial denunció que la PNP incurrió en una serie de faltas graves para impedir la identificación y sanción de Torres, como el cambio en la fecha de devolución de la escopeta que usó ese día o el ocultamiento de su participación en la represión.
Tampoco elaboraron el informe sobre los disparos contra Flores, como es costumbre en este tipo de casos. Ante esto, el Ministerio Público pide 18 meses de prisión preventiva contra Torres.
La decisión final se prevé que la tome este viernes el juez Leodam Cristóbal Ayala.
Fuente RT