Durante los últimos cuatro meses se ha intensificado la expulsión de migrantes haitianos desde República Dominicana. La situación ha elevado las tensiones entre las dos naciones caribeñas, en tanto que organizaciones como la Oficina de Protección Ciudadana de Haití reportan agresiones y violaciones a los derechos humanos en contra de la población deportada.
Desde hace años, Haití vive una grave crisis humanitaria producto de diversos acontecimientos políticos, naturales, económicos y sociales. En los últimos meses, sin embargo, la situación en la isla se ha agravado, lo que ha llevado a miles de personas a emigrar a otros países de la región. Uno de los destinos naturales es la nación vecina: República Dominicana.
«El Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto condena los tratos vergonzosos e inhumanos que empañan la imagen de la República Dominicana en el mundo y atentan contra el espíritu de paz y concordia que debe guiar las relaciones entre los dos países que comparten la isla», indicó en un comunicado la Cancillería haitiana el pasado domingo, tras meses de guardar silencio ante la situación.
Distintos organismos y asociaciones han solicitado que se detenga la repatriación de migrantes haitianos, pero hasta el momento la solicitud no ha sido escuchada.
La repatriación en números
La organización civil Grupo de Apoyo para Retornados y Refugiados (GARR) estima que cotidianamente son expulsados entre 300 y 700 haitianos desde tierras dominicanas. De acuerdo con reportes disponibles de la asociación, entre julio y octubre de 2022 han sido repatriados 34.945 haitianos a través de punto oficiales y no oficiales, ubicados a lo largo de la frontera binacional.
La Oficina de Protección Ciudadana (OPC), una institución independiente de promoción y protección de los derechos humanos de Haití, contabiliza un numero mayor. Solo en agosto, la organización registró 60.204 expulsiones «en condiciones extremadamente degradantes». Mientras que en octubre, se observaron 14.801 retornos forzados, 5.000 de los cuales se realizaron desde República Dominicana entre los días 17 y 24.
Una de las circunstancias más apremiantes ha sido la expulsión de menores no acompañados desde República Dominicana. Según calcula GARR, entre mayo y septiembre, 800 menores en esta condición fueron devueltos por las autoridades dominicanas, en detrimento de la seguridad y los derechos básicos de la niñez.
Mientras tanto, el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) contabiliza la deportación de al menos 1.800 menores en solitario desde enero y hasta los primeros días de noviembre, informó la agencia a CNN.
El Gobierno de República Dominicana, sin embargo, apuntó el martes que de los más de 150.000 extranjeros repatriados por el país desde 2020, ninguno ha sido un menor de edad no acompañado.
«Toda deportación se lleva a cabo en total y absoluto respeto de la dignidad de las personas y sus derechos humanos», comentó a medios locales Venancio Alcántara, director general de Migración. «En todo momento los menores están junto a sus padres y, cuando estos no se han localizado, los menores son referidos directamente al Consejo Nacional para la Niñez y la Adolescencia (CONANI) que se encarga de su cuidado», agregó el funcionario el pasado martes.
ACNUR pide detener las deportaciones
El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) instó el 4 de noviembre a los Estados a no deportar a los migrantes haitianos debido a la falta de bienes y servicios básicos en el país, pero también por el peligro que corren las personas retornadas de sufrir persecución, tortura u otros daños graves o irreparables a su integridad física, en el marco de la ola de violencia que azota a la isla.
A pesar del llamando del organismo, las expulsiones desde República Dominicana continuaron en los siguientes días, lo que llevó al alto comisionado de la ACNUR, Volker Türk, a pronunciarse directamente al respecto el 10 de noviembre.
«Reitero mi llamado a todos los países de la región, incluida la República Dominicana, para detener la deportación de haitianos», insistió Türk, quien también pido a la nación prevenir cualquier acto de «xenofobia, discriminación y otras formas de intolerancia basadas en el origen nacional, racial o étnico, o el estatus migratorio».
El presidente dominicano, Luis Abinader, catalogó la solicitud de irresponsable y señaló ese mismo día que su administración continuaría con las deportaciones. De hecho, se comprometió a incrementar las expulsiones en las próximas semanas.
La polémica con EE.UU.
A la luz de las continuas violaciones a los derechos humanos, la Embajada de EE.UU. en República Dominicana emitió una alerta de viajes a sus ciudadanos por los arrestos, detenciones e interrogatorios arbitrarios de personas en la isla, debido al color de piel.
El Ministerio de Relaciones Exteriores dominicano descalificó el comunicado de la representación estadounidense, tachándolo de «infundado, extemporáneo e infeliz», en tanto que insistió en que los flujos migratorios registrados en el último año desde Haití vulneran la seguridad nacional del país.
La Cancillería también recordó que, desde febrero de 2021 al mismo mes de 2022, el Gobierno de Joe Biden expulsó a cerca de 20.000 haitianos y criticó a la Embajada por hacer aseveraciones tan graves contra el país caribeño, sin contar con evidencia que pruebe actos de discriminación o xenofobia por parte de las autoridades.
El bloqueo de la frontera
El pasado lunes 21 de noviembre, representantes de varias organizaciones de la sociedad civil bloquearon el acceso vehicular de la frontera que separa a la comunidad haitiana de Ouanaminthe de la ciudad dominicana de Dajabón, para exigir al Gobierno de Abinader que «suspenda la vulneración de los derechos de los migrantes», señalaron los organizadores de la manifestación pacífica, según reporta La voix de l’Île.
«A partir de hoy asumimos nuestro compromiso como pueblo de decir no a todas las formas de violencia y agresiones físicas que están sufriendo nuestros hermanos y hermanas en República Dominicana», informó Bozelain Joazard, uno de los iniciadores de la movilización en la frontera, quien explicó que el bloqueo podía extenderse hasta que se encuentre una solución permanente a la crisis migratoria.
Empresarios dominicanos, consultados por Noticias SIN, lamentaron el bloqueo por considerar que dañaría las actividades comerciales, pero defendieron las medidas de repatriación implementadas por su Gobierno.
La crisis humanitaria en Haití
La situación política, económica y social de Haití no ha dejado de agravarse. En los últimos años, la crisis ha escalado rápidamente frente al aumento de la delincuencia, las enfermedades, el incremento de las hambrunas, el deterioro económico y la falta de gobernabilidad.
De acuerdo con Naciones Unidas, alrededor de 4,7 millones de haitianos, casi la mitad de la población, enfrentan hambruna aguda, mientras que por primera vez en la historia del país se registran familias al borde de la inanición.
La violencia ha provocado el desplazamiento de cerca de 21.500 personas, según estima Naciones Unidas, mientras que de agosto de 2021 a mayo de 2022, 936 ciudadanos fueron secuestrados y 1.448 asesinados, reporta la organización Human Right Watch.
Por si fuera poco, el país registra la tasa de letalidad por covid-19 más alta en el Caribe y la quinta más elevada en el continente, de acuerdo con la Universidad Johns Hopkins. Además, hasta el 24 de octubre se registraban 1.700 posibles casos e cólera en el país, la mitad de ellos en menores de 14 años, informó UNICEF.
Desde el magnicidio del presidente Jovenel Moïse, en julio de 2021, la estabilidad política, económica y social de la nación se ha deteriorado rápidamente y ante la falta de un acuerdo político, la resolución de los problemas más apremiantes parece lejana.
Fuente RT