El presidente de la Comisión de Interior y Policía de la Cámara de Diputados, Edwin Mejía, afirmó que entorno a los llamados “Chiperos” se ha tejido una estructura criminal que está superando la capacidad del gobierno de enfrentarla.
El legislador citó como ejemplo el caso de la pareja de esposos presuntamente raptada en el distrito municipal La Guáyiga, Pedro Brand, “los cuales parece ser que formaban parte de una estructura de este tipo de delitos a una escala mayor en asociatividad con otros sectores capaces de desaparecer a personas sin que el gobierno pueda seguirle el rastro”.
“El gobierno ha tomado vacaciones en el combate al crimen, abriendo una especie de compás de espera que el crimen no se lo da y que la población lo sufre. Con la reforma policial hay que pasar de la teoría a la práctica”, dijo.
En ese sentido, Mejía advirtió que el crimen se organiza, entre otras razones, por la capacidad que tiene de evolucionar e innovar. Eso ha pasado. Los chiperos se han convertido en una organización criminal que el gobierno no ha podido controlar y estamos viendo cada vez a mayor escala el resultado de esta mala gestión”.
El diputado del PLD por la provincia de La Vega, reclamó especial atención para los municipios de Constanza y Jarabacoa, en los cuales “ya se han estado creando estructuras que van desde el sicariato, bandas de chiperos, asaltos y robos en viviendas que están trabajando en colaboración, esto como franco desafío a las autoridades”.
