Las estadísticas federales de EE.UU. muestran un número sin precedentes de nuevos brotes de covid-19 en los hogares de ancianos del país, fuertemente afectados por la última ola del coronavirus, mientras que numerosos asilos reportan escasez de personal y dificultades para obtener pruebas y equipo de protección.
Según un análisis de datos de los Centros de Servicios de Medicare y Medicaid realizado por la cadena NBC, durante la primera semana de noviembre (que finalizó el día 8), más de 1.300 instalaciones geriátricas del país informaron de al menos tres nuevos casos confirmados de contagio, el crecimiento semanal más alto desde el inicio de la pandemia.
Los mayores aumentos de casos sospechosos y confirmados se están registrando entre los residentes de hogares de ancianos de los estados del Medio Oeste, incluidos Illinois, Indiana, Iowa, Misuri, Ohio y Wisconsin.
La misma tendencia se observa en la región de las Grandes Llanuras, con picos de infecciones en Texas. Durante la primera semana del mes, el estado de Dakota del Sur registró 253 nuevos positivos, tres veces más que en el mismo período de octubre.
Falta de personal sanitario y equipo de protección
Paralelamente, uno de cada diez hogares de ancianos del país reporta una escasez de máscaras N95, mientras que casi un tercio de las instalaciones denuncian retrasos de tres a siete días en la recepción de los resultados de pruebas de covid-19.
Asimismo, la Reserva Nacional Estratégica de EE.UU., concebida como la última fuente de recursos sanitarios después de que los hospitales hayan agotado sus suministros, también sufre un déficit de equipos de protección personal. Según NBC, la semana pasada el organismo solo tenía alrededor de la mitad de los 300 millones de máscaras N95 y menos del 1 % de los guantes necesarios para cumplir con su objetivo de garantizar una reserva de 90 días de equipos críticos.
Además, la pandemia ha agravado un problema de larga data de escasez de personal médico: alrededor del 20 % de los hogares de ancianos estadounidenses informan de escasez de asistentes y enfermeras, empleados que se sienten insatisfechos con el salario y las difíciles condiciones del trabajo.
En medio de esta compleja situación, numerosos expertos, defensores de asilos de ancianos y profesionales de la salud afirman que se están preparando para una ola aún mayor de contagios que provocaría el aumento de los viajes y las reuniones familiares durante las celebraciones navideñas.
Fuente RT