Las autoridades estadounidenses empezaron a emprender medidas para proteger las playas de Miami Beach, un popular destino turístico en el estado de Florida, de las consecuencias negativas de cambio climático.
En particular, el aumento del nivel del mar provoca la erosión acelerada de las playas, que se estima de media en 30 centímetros por año y es incluso dos o tres veces más rápida en los «focos de erosión», según Stephen Leatherman, experto en playas y medioambiente de la Universidad Internacional de Florida.
El Cuerpo de Ingenieros del Ejército actualmente está implementando un proyecto valorado en 16 millones de dólares que durará hasta junio y que consiste en depositar un total de 233.000 metros cúbicos de arena blanca en las zonas erosionadas de la ciudad frecuentada por los turistas.
«Cuando la playa es críticamente estrecha, no hay suficiente espacio para la recreación de todas las personas que vienen aquí, y más importante, tal vez, todos estos edificios necesitan protección», dijo Leatherman.
Los camiones vierten entre 100 y 250 cargas diarias en el lugar, cada una con 22 toneladas de arena. Leatherman indicó que algunas personas se quejan de que esta medida «es como tirar millones de dólares al océano cada año», pero asegura que es necesaria.
«El sur de la Florida es considerado como una zona cero para el cambio climático. No solo tenemos erosión de las playas, sino también inundaciones durante las grandes mareas, que ahora ocurren con demasiada frecuencia, y algunas carreteras se inundan», precisa el experto.
La arena que se utiliza para rellenar las playas de Miami Beach proviene del oeste de Florida y debe ser natural, con partículas de no más de 4,7 milímetros de diámetro.
La operación forma parte de un plan general de 158 millones de dólares financiado por el Gobierno federal para proteger el condado de Miami de los huracanes y controlar la erosión de las playas. En el futuro se planea verter arena también en las localidades de Sunny Isles, Surfside y Bal Harbour.
Fuente: RT