El impacto que tiene sobre la capacidad cognitiva haber sufrido un covid-19 grave es similar al que experimentamos los humanos entre los 50 y los 70 años y equivale a perder 10 puntos de coeficiente intelectual, se afirma en un comunicado emitido por un equipo de científicos de la Universidad de Cambridge y el Imperial College de Londres el 3 de mayo.
Los resultados del estudio publicado en la revista eClinicalMedicine de The Lancet muestran que los efectos de la enfermedad se dejan sentir incluso más de seis meses después de terminar la forma aguda y apuntan a que cualquier recuperación es, en el mejor de los casos, gradual.
El estudio involucró a 46 pacientes hospitalizados con covid-19 grave, 16 de los cuales requirieron ventilación mecánica durante su estancia hospitalaria.
Aproximadamente seis meses después de que terminara la fase aguda de la enfermedad, los participantes se sometieron a una serie de pruebas cognitivas complejas. Cada paciente fue agrupado con 10 controles sanos según su edad y factores demográficos.
«El deterioro cognitivo es común a una amplia gama de trastornos neurológicos, incluida la demencia e incluso el envejecimiento rutinario, pero los patrones que vimos, la ‘huella digital’ cognitiva del covid-19, han resultado distintos de todos ellos,» comentó el neurocientífico David Menon, de la Universidad de Cambridge, autor principal del estudio.
La investigación mostró que los sobrevivientes de coronavirus grave respondían más lentamente a las preguntas y resultaron menos precisos en sus respuestas en comparación con el grupo de control.
En particular, los pacientes con covid se desempeñaron especialmente mal en las tareas de analogía verbal, desarrolladas para evaluar ciertas áreas cognitivas y consistentes en encontrar similitudes entre palabras.
El estudio encontró que la extensión de estos deterioros cognitivos se correlacionó significativamente con la gravedad de la enfermedad de cada paciente. Los pacientes con covid grave que habían requerido ventiladores en el hospital experimentaron el deterioro cognitivo más significativo. La magnitud de la pérdida resultó similar a los efectos del envejecimiento humano entre los 50 y los 70 años, y equivalente a perder 10 puntos de coeficiente intelectual.
Los investigadores barajan varias causas de este deterioro cognitivo y suponen que lo más probable es que se trate de una combinación de factores que, además de una infección viral directa, podrían incluir «el suministro inadecuado de oxígeno o sangre al cerebro, el bloqueo de vasos sanguíneos grandes o pequeños debido a la coagulación y hemorragias microscópicas».
Sin embargo, los científicos sugieren que el mecanismo ‘destructor’ más importante puede ser el daño causado por la propia respuesta inflamatoria y del sistema inmunológico de las personas afectadas.
«Seguimos a algunos pacientes hasta diez meses después de su infección aguda, por lo que pudimos ver una mejora muy lenta», comentó el profesor Menon.