La empresa estadounidense Tyson Foods, que emplea a aproximadamente 100.000 trabajadores, es el segundo mayor procesador y comercializador de pollo, res y cerdo en el mundo. Pero en estos momentos, debido a que asalariados de algunas de sus plantas dieron positivo al SARS-CoV-2, ha tenido que cerrar instalaciones en varios estados.
Ahora el presidente de la empresa, John Tyson, en una carta publicada en The New York Times y otros medios, asevera que el cierre forzado de plantas de procesamiento de carne y alimentos debido a la pandemia de coronavirus creará interrupciones significativas en la cadena de suministros de EE.UU.
«A medida que las plantas de carne de cerdo, ternera y pollo se ven obligadas a cerrar, incluso por cortos períodos de tiempo, millones de libras de carne desaparecerán de la cadena de suministros», escribió Tyson. «Como resultado, habrá en los supermercados un suministro limitado de nuestros productos hasta que podamos reactivar nuestras instalaciones actualmente cerradas».
En su misiva, el presidente de Tyson Foods sugiere además que la interrupción de la cadena de suministros dejará a los agricultores sin un lugar para vender su ganado, y dará como resultado la «despoblación de millones de animales», a los que la industria tendrá que sacrificar y deshacerse de ellos.
«La cadena de suministro de alimentos se está rompiendo», señaló Tyson.
Según informes de la semana pasada, unos 111 trabajadores de una planta procesadora de carne de Tyson Foods en el estado de Washington dieron positivo por coronavirus. Hasta ahora se han producido no menos 15 cierres de plantas debido al covid-19, lo que representa al menos el 25 % de la producción de carne del país.
Proteger la cadena
Por su parte, en declaraciones a TIME, un funcionario del Departamento de Agricultura de EE.UU. (USDA) indicó que ese organismo, junto con la Administración de Drogas y Alimentos de los Estados Unidos (FDA), está trabajando para proteger la cadena de suministros y apoyar «los esfuerzos de la industria y las empresas privadas para mantener el estado operativo de sus instalaciones y al mismo tiempo preservar la seguridad y la salud de su fuerza laboral».
A mediados de abril, el USDA dio a conocer un programa de ayuda de 19.000 millones de dólares, con 3.000 millones de dólares reservados específicamente para el sector de alimentos. Sin embargo, funcionarios federales sugirieron a Politico que la comida comprada por el organismo tardará casi un mes en llegar a sus destinatarios.
Hasta entonces, las familias que luchan contra el hambre se verán obligadas a encontrar alternativas y los productores que han sido afectados por la caída de la demanda tendrán que hacer todo lo posible para sobrevivir a la crisis, según el medio.
Fuente RT