Una encuesta de la Red Nacional Integral del Cáncer de Estados Unidos (NCCN, por sus siglas en inglés), publicada a principios del mes, reveló alarmantes niveles de escasez de medicamentos para la quimioterapia que se utilizan para tratar diferentes tipos de cáncer.
El 93 % de los centros oncológicos del país experimentaron escasez de carboplatino, mientras que el 70 % reportaron una falta de cisplatino. Ambos fármacos, a base de platino, son eficaces para el tratamiento sistémico y se emplean también en casos de leucemias y linfomas.
El carboplatino es crucial en la ginecología para tratar el cáncer de ovarios o de endometrio, así como el cáncer de mama en etapas avanzadas. El cisplatino, a su vez, también se utiliza para tratar el cáncer de ovarios, y es imposible de sustituir a la hora de tratar algunos tumores de vejiga. Además, es empleado para curar determinados tipos de cáncer testicular, carcinomas de pulmón y de células escamosas de cabeza y cuello.
La Administración de Alimentos y Medicamentos de EE.UU. (FDA, por sus siglas en inglés) reportó la escasez de cisplatino en febrero de este año, y desde finales de abril registró también la falta del carboplatino. Mientras, en la Sociedad Estadounidense de Farmacéuticos del Sistema de Salud notaron la falta de fármacos antes: según sus datos, el cisplatino empezó a escasear en enero y el carboplatino, a finales de marzo.
¿A qué se debe la escasez?
Los problemas comenzaron cuando una planta de Intas Pharmaceuticals en Ahmedabad, India, que fabrica medicamentos genéricos contra el cáncer para EE.UU., interrumpió la producción. La paralización se produjo tras una inspección de la FDA a finales del año pasado en la que se detectaron numerosas irregularidades, como documentos de control de calidad triturados o el hecho de que un trabajador vertía ácido sobre los resultados de las pruebas.
Los pacientes, los más perjudicados
Ante la escasez de fármacos de importancia vital para muchos pacientes, los oncólogos estadounidenses se vieron obligados a racionar los tratamientos, reducir las dosis administradas y redirigir a los enfermos a centros de salud más lejanos en busca del medicamento necesario.
Lee Wilke, director médico sénior de los servicios clínicos de cáncer en UW Health, comentó a Bloomberg que el centro oncológico de la Universidad de Wisconsin racionó el carboplatino durante dos semanas hasta principios de junio, dando preferencias a los pacientes con tumores potencialmente curables sobre aquellos que tenían casos avanzados en los que el tratamiento solo podía ralentizar el deterioro. A pesar de que ahora disponen de suficientes reservas, siguen reduciendo las dosis, confirmó Wilke.
Por su parte, Lucio Gordan, presidente y médico gerente del Instituto de Investigación y Especialistas en Cáncer de Florida (Florida Cancer Specialists & Research Institute), contó al mismo medio que cambiaron el plan de tratamiento a «cientos de pacientes» por no poder conseguir los medicamentos necesarios. «En 21 años en oncología, nunca había tenido que hacer esto», lamentó.