Un nuevo país de Centroamérica suma dificultades en sus relaciones con Estados Unidos. La Casa Blanca decidió colocar en pausa su vínculo con el gobierno de El Salvador. Incluso la encargada de negocios de la embajada estadounidense en San Salvador, Jean Manes, anunció que dejará ese país.
Manes dijo a la prensa que “no hay interés por parte del gobierno por mejorar la relación con EEUU”. La funcionaria criticó que el régimen de Nayib Bukele acumula una serie de decisiones antidemocráticas. La encargada de negocios aclaró que si desean un acercamiento “no debe hacer ese tipo de acciones”.
La tensión entre Washington y San Salvador aumenta desde fines de octubre. Entonces un funcionario de la embajada estadounidense recriminaba a diputados del partido de Bukele, en un audio que se hizo público. El gobernante calificó lo ocurrido como una “conspiración” en su contra.
El gobierno salvadoreño no reaccionó a la decisión de Estados Unidos, pero desde la oposición critican la postura de Bukele. La diputada Claudia Ortiz preguntó al diario La Prensa Gráfica “¿entonces qué nos interesa, tener una relación con el crimen organizado o con otro tipo de gobiernos que no son democráticos?”.
El País da cuenta que el oficialismo salvadoreño permitió que se allanaran las sedes de seis organizaciones no gubernamentales. Entre ellas se encuentran organismos que luchan por los derechos de las mujeres. Desde agrupaciones sociales vincularon a Bukele con el comportamiento de Daniel Ortega en Nicaragua.
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