La experta internacional en seguridad social, Magdalena Rathe, destacó como un gran logro la decisión del presidente Luis Abinader de extender la cobertura del Seguro Familiar de Salud (SFS) a dos millones de personas hasta diciembre.
“Esto constituye un esfuerzo extraordinario y un gran paso en el camino hacia la cobertura universal de salud”, afirmó Rathe, quien es además investigadora en economía de la salud.
La también fundadora de la Fundación Plenitud, cuyo lema es “perspectiva ecológica por un mundo equitativo y sostenible”, estimó que con los nuevos afiliados a SENASA, actualmente, se ha alcanzado una cobertura del 96% de la población dominicana.
Precisó que aunque todavía no se dispone de estadísticas oficiales sobre la afiliación total del sistema después de octubre, las informaciones sobre los logros obtenidos evidencian que la casi totalidad de la población se encuentra hoy afiliada a un esquema de aseguramiento financiado con recursos públicos.
La especialista, que ha sido consultora de diversos organismos internacionales como el BID, el Banco Mundial, la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Organización Panamericana de la Salud (OPS), explicó que este logro ha sido posible con recursos provenientes de impuestos generales en el régimen subsidiado y de impuestos basados en la nómina, que son las contribuciones a la seguridad social.
En ese sentido, indicó que la (OMS) recomienda que los países financien sus sistemas de salud con este tipo de esquemas, porque es más viable lograr protección financiera para las familias y, con esto, mejorar la equidad y la distribución del ingreso.
El régimen subsidiado sólo atiende a los afiliados en los hospitales públicos que aún tienen muchas limitaciones y los afiliados no reciben un servicio de alta calidad por esas características.
Además, en el debate sobre este tema se ha considerado discriminatorio porque en la Constitución los dominicanos son todos iguales y no debe existir discriminación de ningún tipo.
Mathe refirió que un estudio realizado por ella hace varios años, sugería que la inversión en salud era la que tenía un poder redistributivo mayor e inmediato, comparado con otros sectores sociales.
“Además, es preciso recordar las razones por las cuales un seguro de salud es fundamental: la enfermedad es un riesgo impredecible, que no toma en cuenta los niveles de ingresos de los individuos que afecta”, añadió.
La experta, quien ha publicado varios libros y numerosos artículos y asesorado la escuela de salud pública de la Universidad de Harvard y la Universidad George Washington, dijo que tratar una enfermedad y recuperar la salud puede ser altamente costoso y arruinar económicamente a familias y a empresas.
“De hecho, algunos estudios señalan que la enfermedad de un miembro de la familia es una causa común para el cierre de muchas microempresas”, señaló.
Asimismo, detalló que el seguro de salud distribuye el riesgo en grupos poblacionales amplios, permitiendo que los aportes de los sanos contribuyan a financiar las necesidades de los enfermos, lo que constituye la clave de la solidaridad, uno de los principios del sistema de seguridad social que rige en el país.
Apuntó que el aumento en la afiliación ha sido el resultado, fundamentalmente, de la expansión del régimen subsidiado y que, en efecto, desde agosto hasta diciembre de este año, la afiliación del SENASA dentro de este régimen alcanzó a 1.8 millones de personas.
“Desde hace varios años he venido insistiendo en la necesidad de ampliar la definición de pobreza, a fin de expandir la afiliación; por ejemplo, en un trabajo publicado por el Banco Mundial en 2018, cuando quedaban 3 millones de personas sin afiliar, recomendaba esto, señalando que era un punto clave para avanzar hacia la cobertura universal con equidad y protección financiera”, destacó.